La soja ya no está a la altura del maíz: “el nivel de rindes quedó estancado en los últimos 8 a 10 años”, señalan los ingenieros. ¿Las causas? Peores márgenes, peores resultados en campañas anteriores, menores avances genéticos y mayor presión impositiva.
Según el último informe semanal de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsas de Comercio de Rosario (BCR), es muy probable que el área cultivada con soja 2021/22 sea, por lejos, la menor de los últimos 18 años.
El ciclo pasado perforó la barrera de los 5 M ha con 4,82 M. En la 2021/22 se estima que se sembrarían 4,57 M de ha, es decir un 5% menos. Pero las hectáreas sembradas podrían aún ser menos y terminar por agujerear la marca de los 4,5 M ha: en gran parte de la región núcleo ya se señala un 10% menos de área respecto al ciclo previo.
¿Por qué se desmorona la soja?
La soja ya no está a la altura del maíz. Pierde en márgenes brutos y su performance pierde en dos situaciones claves: en condiciones ambientales adversas, los rindes son menos estables, y en condiciones buenas, los rindes se han estancado frente al maíz.
En las encuestas de esta semana, al preguntar por qué el productor ha dejado de elegir a la reina, responden: peores márgenes, peores resultados en campañas anteriores, menores avances genéticos y mayor presión impositiva.
La reina ha perdido su trono. En General Pinto, los ingenieros lo explican muy claro: “El año anterior pesa, el maíz anduvo mejor en términos de rindes y también en precio. Por la falta de agua hubo sojas de 600 kg/ha, pero el maíz dejó 6.000 kg. El que hizo soja perdió plata; el que hizo maíz, no”.
También señalan que “la soja está estancada en el nivel de rindes desde los últimos 8 a 10 años”.
“Desde hace varias campañas se observa un estancamiento que se atribuye al uso de variedades consideradas viejas”, explican en San Antonio de Areco. El mal comportamiento de la soja frente al maíz es señalado por todos los técnicos de la región.
Con el 70% del trigo excelente a muy bueno, el frío acompaña el macollaje y sin dejar daños
El calor y la falta de agua, dos enemigos acérrimos del trigo, parecen estar fuera de juego este invierno y algunos ingenieros dicen que este invierno se parece al del 2019, año que el trigo estuvo casi en los 40 qq/ha en la región.
Por lo pronto, el frio viene parejo y parece ya haber rustificado al cultivo. Y sin falta de agua, este año no se ven los daños que dejaban las heladas en el 2020. Tras las lluvias, el 70% del trigo está en condiciones muy buenas a excelentes y el resto bueno.
El 75% del trigo de la región se encuentra macollando y muchos aprovecharon la humedad disponible para completar las fertilizaciones con nitrógeno. En Carlos Pellegrini se aplicaron las que habían quedado pendiente en la siembra. En Bigand se hicieron “retoques” con nitrógeno en el 25% de la superficie de trigo. En San Antonio de Areco y Marcos Juárez también se reforzó la nutrición. El trigo sigue fortaleciéndose y bien encaminado rumbo a los 7 Mt en la región.
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