24 noviembre, 2024

A Boca lo roVARon, perdió por penales ante Mineiro.

Una vez más Boca Juniors fue perjudicado por el VAR, que le anuló un gol a Weigandt, y tuvo que ir a los penales, instancia en la que Mineiro fue más certero.

El sueño de ganar su séptima Copa Libertadores finalizó demasiado pronto para Boca Juniors. El equipo xeneize quedó al margen del principal certamen continental al ser eliminado por Atlético Mineiro, que lo venció por penales 3-1 después que los 90 minutos reglamentarios finalizaran igualados 0-0, como había ocurrido siete días atrás en La Bombonera.

Y al igual que en la casa del Xeneize, el desarrollo del partido fue tan impreciso como polémico. Si bien no había hecho mayor mérito que su adversario, el equipo orientado tácticamente por Miguel Ángel Russo pudo anotar a los 17 minutos del segundo tiempo cuando Marcelo Weigandt empujó a la red un rebote dado por el arquero Everson tras un tiro libre frontal de Sebastián Villa.

El árbitro uruguayo Esteban Ostojich convalidó el gol al igual que el línea, pero llamaron desde el VAR y anularon la conquista por una supuesta posición adelantada de Diego González, que no se pudo percibir con claridad en la repetición en cámara lenta. Y, además, González nunca molestó al arquero, quien fue el que cometió el error. Si hubiese sido offside, era pasivo.

De ahí en más el partido se desordenó, con una chance para cada equipo que no fue concretada. Y hubo que recurrir a los penales, instancia en la que Boca volvió a fallar como en la semifinal de la Copa de la Liga ante Racing. Villa y Rolón le entregaron la pelota al arquero local e Izquierdoz le pegó muy alto, sellando la suerte del elenco xeneize.

Durante los primeros minutos del primer tiempo Boca no pudo agarrar la pelota y además, por momentos, quedó mal parado en defensa, como a los 4 minutos cuando Zaracho quedó mano a mano con Agustín Rossi y el arquero evitó la caída de su valla.

Si bien de ahí al final de la primera etapa Boca se paró mejor, le costó progresar en un terreno de juego que estaba en muy mal estado y en el que los jugadores de ambos equipos se patinaron continuamente. Por eso el partido se hizo muy impreciso y las llegadas escasearon.

Como en el partido de ida, a Boca volvió a faltarle alguien que le diera claridad en el centro del terreno. En La Bombonera Diego González había cumplido, mínimamente, esa función. Pero en los 45 minutos iniciales estuvo peleado con la pelota.

Recién sobre los 41 Boca generó una acción clara cuando por el sector izquierdo se juntaron Villa y Pavón y el colombiano sacó un remate desde fuera del área que forzó un muy buen rechazo al córner por parte del arquero Everson.

Poco cambió en la segunda mitad, los dos se devolvían le pelota y las jugadas de riesgo escaseaban. Hasta que a los 17 un tiro libre frontal de Villa al área fue rechazado mal por el arquero Everson y la pelota le quedó servida a Weigandt quien la empujó a la red.

Pero… Otra vez el VAR, otra vez en contra de Boca. El árbitro uruguayo Esteban Ostojich, tras convalidar el gol, lo anuló por un aparente offside del Pulpo González indicado desde la cabina.

Boca siguió insistiendo a los ponchazos, pero por momentos se desconcentró en defensa y Savarino estuvo cerca de dar el golpe con un derechazo cruzado que se fue apenas desviado. También tuvo su chance Boca, pero Pavón no pudo concretar una buena oportunidad.

No se pudieron sacar ventajas en los 90 reglamentarios y hubo que ir a los penales donde Mineiro fue más certero y avanzó a la próxima instancia del torneo en la que se medirá con otro equipo argentino: el ganador de la serie entre Argentinos Juniors y River Plate.