25 noviembre, 2024

Argentina sufrió pero venció a México y está en carrera

Con goles de Lionel Messi y Enzo Fernández en el segundo tiempo, la Selección Argentina derrotó a México 2-0 y revivió tras la derrota inicial.

Había que ganar como fuera y se ganó. Se sufrió, pero los tres puntos quedaron en el bolsillo y la ilusión está intacta. Después de un flojo primer tiempo, la Selección Argentina apareció en escena y venció a México 2-0 para quedar segunda en su grupo y con buenas perspectivas de clasificar a los octavos de final del Mundial de Qatar.

Lionel Messi, a los 19 minutos de la parte complementaria, cuando parecía que todo se complicaba en demasía, y Enzo Fernández, a cuatro minutos del final del tiempo reglamentario, le dieron la victoria al equipo que orienta Lionel Scaloni, que mejoró mucho en el segundo tiempo y ganó merecidamente.

El triunfo dejó al representativo nacional con 3 puntos, a uno del líder Polonia al que enfrentará el próximo miércoles a las 16. Si gana nuevamente, tendrá grandes posibilidades de quedarse con el Grupo C y avanzar como el mejor clasificado.

Pero a no confundirse: una derrota o un empate lo pueden dejar afuera de todo. No habrá que relajarse y tratar de quebrar a un adversario que por lo visto hasta ahora no es más que México, más allá que tiene mayor poder ofensivo.

Con esquemas parecidos, Argentina y México destruyeron más que lo que construyeron en los 45 minutos iniciales. Ambos equipos no dejaron espacios de mitad de cancha para atrás, pero tampoco los encontraron hacia adelante. Y por eso casi no hubo llegadas en la primera mitad.

Argentina plantó una línea de cinco, con Guido Rodríguez ubicándose entre los dos centrales y los dos laterales tratando de abrir el juego. Pero ni Gonzalo Montiel ni Marcos Acuña lograron su cometido. Muy pocas fueron las veces que pudieron lanzarse a la aventura y terminar su cometido con éxito.

En el medio, Rodrigo De Paul estuvo muy presionado, e impreciso, y casi no pudo superar a sus marcadores. Tan sólo las pocas veces que la pelota pasó por los pies de Alexis MacAllister, Argentina pudo generar espacios, pero tampoco esas jugadas llegaron al destino deseado.

Así dadas las cosas, Lionel Messi tuvo que retroceder demasiado y careció de protagonismo, Ángel Di María, volcado casi todo el tiempo al flanco izquierdo, pasó desapercibido, y Lautaro Martínez tuvo la única clara sobre el final, pero cabeceó mal un centro y su envío se fue alto y desviado.

Del otro lado, México presionó con intensidad en el inicio y después, a medida que avanzaron los minutos, se fue diluyendo. Al fin, el empate no le venía tan mal. Fue más prolijo que la Albiceleste en ataque, pero careció de profundidad y tan sólo llegó con dos disparos de Alexis Vega: un tiro libre que atajó sin problemas Dibu Martínez y un remate de 25 metros que se fue a las nubes.

En el complemento, México sintió el esfuerzo y se replegó más. Entonces aparecieron algunos espacios y Argentina se hizo dueño de la pelota frente a un rival que apostaba al empate o algún contragolpe.

Una buena combinación de MacAllister y Messi derivó en una falta al astro, pero su remate, desde inmejorable posición, se fue alto.

La cosa se empezaba a complicar demasiado. Vinieron los cambios y enseguida se hizo la luz, cuando Messi recibió de Di María apenas afuera del área y con un metro de distancia de su marcador. Y esta vez Lío fue infalible: sacó un zurdazo bajo que se coló junto al palo de Memo Ochoa para decretar la apertura del marcador sobre los 19.

El equipo retrocedió un poco, como era lógico, pero encontró más huecos para contragolpear. De todos modos, le costó entrarle a un México que se fue al ataque, pero sin argumentos y nunca complicó a Emiliano Martínez. Metió muchos centros, pero entre el arquero y los defensores neutralizaron cada uno.

A cuatro del final, Argentina forzó un córner sobre la izquierda y tras un buen movimiento, Enzo Fernández, quien se ganó la titularidad y no sólo por el golazo, la clavó en el ángulo para sellar el resultado y mantener viva la ilusión.

Todavía queda otra final: hay que ganarle el miércoles a Polonia, un equipo que juega más abierto, y terminar primeros en el grupo. Tras el resbalón inicial, el primer paso se dio. Con susto, con trabajo, pero llegó el primer triunfo y el sueño está más vivo que nunca.