Después del susto que sufrió en el primer tiempo, el Atlético de Madrid logró revertir el resultado y venció al Valladolid 2-1 para quedarse con La Liga.
El Atlético de Madrid de Diego Simeone, con un gol de Ángel Correa, se consagró hoy campeón de la Liga de España ante el descendido Valladolid por 2-1 como visitante, en un increíble mano a mano con Real Madrid, que superó a Villarreal por 2-1, de local, en la 38va. y última fecha.
El ex San Lorenzo, autor también en la despedida del demolido Vicente Calderón, marcó a los 12 minutos del segundo tiempo e igualó el resultado de un encuentro complicado, que lo tuvo abajo desde el tanto de Óscar Plano (18m. PT), y luego apareció el goleador uruguayo Luis Suárez (22m. ST) para liquidar la historia.
En Valdebebas, en tanto, Real Madrid sufrió, pero lo dio vuelta con goles de Karim Benzema (43m. ST) y Luka Moodric (46m. ST), a pesar del tanto de Yeremi Pino (20m. PT) y las atajadas del argentino Gerónimo Rulli.
Con este resultado, Atlético de Madrid (86 puntos) volvió a ser campeón tras siete temporadas, con Real Madrid (84) por detrás, y sumó su undécima consagración en la historia.
Con la presión y la obligación lógica, Atlético de Madrid salió a atacarlo desde el minuto uno a Valladolid, que apostó a una contra que lo deje al frente en el marcador y también en la Primera División.
En ese contexto, y con los móviles en las plateas para seguir el partido de Real Madrid y Villarreal, apareció una contra perfecta del visitante, que con tres toques dejó a Óscar Plano enfrente de Jan Oblak -el menos vencido del campeonato- y enmudeció las pocas voces de aliento de los suplentes y allegados cuando iban 18 minutos.
La cara de Simeone ante la escena y el grito de ‘no fue offside’ hacia sus jugadores, que reclamaron, entre la frustración y los nervios de verse abajo nuevamente como contra Osasuna la fecha pasada, marcó la posición desde el banco: a pensar en darlo vuelta.
Además, llegaron las buenas noticias desde Valdebebas, el predio donde se encuentra el estadio Alfredo Di Stéfano del ‘Merengue’, porque Yeremi Pino (20m. PT) aprovechó un rebote y sorprendió a los dirigidos por Zinedine Zidane.
Atlético de Madrid mostró su mejor versión cada vez que apareció su goleador Luis Suárez, pero el reloj pasó y el cero se mantuvo. El monopolio de la pelota, con picos del 65 por ciento, no sirvió porque Valladolid lo controló sin sobresaltos y el mejor ejemplo se reflejó en un remate de Marcos Llorente, que se fue a tres metros del travesaño.
Lo mejor a la altura del entretiempo para Simeone y compañía sucedió en Madrid, ambos abajo en el marcador y todo como al inicio, aunque con solamente 45 minutos por jugarse.
Atlético de Madrid y Real Madrid arrancaron con todo el complemento, en las dos canchas se puso muchos hombres en ataque, y lo tuvo el uruguayo José María Giménez de cabeza en una y el brasileño Vinicius en la otra, aunque las definiciones no resultaron buenas.
En las gradas se vio al montenegrino Stefan Savi, ausente por acumulación de amarillas en Atlético, inquieto y atento al resultado rival; misma escena se observó en las plateas de Valdebebas con Marcelo y Sergio Ramos, suplentes en Real Madrid.
Atlético de Madrid metió dos goles en un minuto. Uno fue de Ángel Correa, de puntín y emulando al brasileño Romario, y el otro llegó desde el otro lado porque le anularon el empate a Karim Benzema, que con un cabezazo ponía el 1-1 hasta que el VAR observó un offside milimétrico.
El estado de ánimo se apoderó de Atlético de Madrid. El gol propio y la noticia del ahogado grito del francés le dio impulso a los muchachos de Simeone.
Y ahí apareció Suárez, maltratado en Barcelona -deberá pagarle el premio por ser campeón y además le abonó parte de su salario en la temporada, aprovechando un regalo de la defensa rival para irse de cara a su tanto 21 y darle así la undécima estrella a su club y su quinta a nivel personal.
La tranquilidad estuvo dada por el resultado propio, más allá del golazo de Karim Benzema, a los 43 minutos, y de otra definición magnífica de Luka Modric al borde del final.
Apenas un grito de Simeone de «terminalo, por favor» al árbitro José María Sánchez Martínez cuando pasaron los tres de adición, para salir a dar la vuelta en una temporada complicada por la pandemia y que lideró de principio a fin.
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