Le dio plazo a Boca hasta el martes para que acepte la oferta de los ingleses (US$ 10,5 millones), y si la directiva que encabeza el 10 no firma, el ‘Colo’ pagará la cláusula (US$ 10 millones) y se irá igual. En ese caso Boca se perdería también el 10% de una futura venta ofrecido por el club de Sussex.
En Boca sabían, cuando consiguieron que Valentín Barco renovara solo por un año, que la cláusula que habían tenido que aceptar a regañadientes (US$ 10 millones) en los hechos significaba que el ‘Colo’ se podía ir cuando quisiera. Es que ese dinero para los clubes europeos es un desayuno. Y en este caluroso enero de 2024, con Boca incluso fuera Libertadores, la directiva que ahora encabeza también de manera formal Juan Román Riquelme no puede ni siquiera podía tentar al juvenil con «la gloria deportiva», por lo que no puede considerarse una sorpresa que este sábado Barco haya intimado a Boca, a Román específicamente, a que acepte los 10,5 millones de dólares que ofreció el Brighton, porque si no lo hace pagará los 10 millones de aquella cláusula de salida, saludará y se irá a la Premier League.
Los ingleses, tal vez casi tan colorados como el juvenil porque saben que se aprovechan de Boca, mejoraron levemente los 9 millones que Román había rechazado hace unos días, e incluso prometen dejar un 10% del pase del pelirrojo para Boca en una futura venta. Es que el Brighton, se sabe, es un club de segunda línea en la Premier, de nivel por supuesto, como todo europeo, pero muy lejos de los dos Manchester, Arsenal, incluso de Liverpool… Por eso si Barco la rompe en Brighton, seguramente salte a los cheques mayores en alguno de esos grandes, o en algún otro gigante europeo.
La pelota quedó entonces ahora del lado ‘riquelmista’. Vaya que tendrá que gambetear Román para no quedar como el perdedor de esta historia, porque Boca está a 48 horas de perder a su jugador de mayor proyección por una cifra mínima, lo que equivale a un fracaso de gestión económica importante. Podrán escucharse muchas opiniones sobre el tema, tal vez Boca no haya tenido demasiadas opciones, lo único cierto es que para el club xeneize la salida de Barco es un negocio pírrico y un desastre deportivo. Implica además aceptar que, en el ajedrez cotidiano de negocios y pases, el representante de Barco, Adrián Rouco, logró que el juvenil deje el lugar donde se formó por una cifra de oferta.
Quienes elogian a Riquelme contra viento y marea, amplia mayoría entre los socios si se mide que Román viene de lograr una reelección aplastante, se enojarán con Barco, señalando que con su representante siempre apuntaron a la salida europea con bolsillo propio. Incluso podrán argumentar, tal vez con razón, que el rédito para Boca pudo ser todavía peor si no aceptaban hace un año las condiciones que imponía el juvenil, porque en ese caso el pelirrojo pudo haberse ido gratis. Solo tenía que sentarse a esperar que terminará el flaco contrato anterior.
Pero más allá del maquillaje que se intente «del vestuario hacia afuera», resulta innegable que el desaire de Barco a Boca y a Román en particular, tardará en olvidarse. En los hechos el chico era el único jugador xeneize de seguro destino europeo, promesa de dinero interesante en un plantel que habitualmente juega mal, por eso no clasificó a la Libertadores 2024.
Y ahora habrá que esperar hasta el martes, ver el capítulo final de la historia, si Boca acepta la ‘oferta’ inglesa, o si intenta resistir por alguna vía legal. O si Barco lleva finalmente a la tesorería de Boca el cheque de los 10 millones que cuesta su destino inglés. El fútbol es un negocio, todo es dinero, las camisetas quedan para los shoppings y para los hinchas. Y en este asunto en particular a la incipiente segunda gestión de Román en Boca le toca aguantar este durísimo ‘Topo Gigio’ del juvenil, que habrá que ver qué decisión toma respecto a su participación en la Selección que dirige Javier Mascherano.
Como detalle final de la tensa situación que se vive en Brandsen 805, queda recordar que el Brighton ya había estado interesado en el ‘Colo’ el año pasado, pero Boca tenía en ese momento Libertadores en el horizonte, Barco quería jugar ese torneo, y por eso se avino a firmar por un año. La cláusula quedó en 10 millones, y si se pagaba en los últimos 20 días del mercado de pases, subía a 14 millones de dólares, plazo que concluirá justamente este martes 9.
En las últimas horas, Brighton aumentó la oferta que había presentado hace unos días, sumándole 500 mil dólares a los 10 millones por el 90 por ciento del pase: Boca se quedaría con ese 10% restante de una futura venta. Aunque la mejora resulte menor, debe leerse como gesto «de buena voluntad» del club inglés, que la verdad sin ofrecer nada y solo pagando la cláusula se puede llevar a Barco cuando quiera.
Mueve Román entonces. Queda ver hasta el martes qué hace o dice Boca.
Más historias
Racing va por la gloria internacional: miles de hinchas viajaron a Paraguay para ver la final de la Sudamericana
Franco Colapinto chocó en la clasificación y está en duda su presencia en el GP de Las Vegas
Franco Colapinto terminó en el puesto 18° en la segunda práctica libre del Gran Premio de Las Vegas