Con un gol de Luis Vázquez, Boca venció por la mínima diferencia a Patronato y sumó de a tres por primera vez en el torneo en la presentación del entrenador.
Sin estar muy lejos de lo que representaba el equipo bajo la conducción de Miguel Ángel Russo, a Boca no le sobró nada y le alcanzó con lo justo para sumar su primera victoria del campeonato. El Xeneize repitió sus falencias y padeció a Patronato. Pero por esas cosas del destino, la jugada del gol la elaboraron dos chicos de reserva, con el entrenador de la reserva sentado en el banco de suplentes de la primera y el cabezazo de Luis Vázquez, un delantero que se formó en las inferiores del Patrón.
De esta manera, el elenco auriazul alcanzó los siete puntos en el inicio del ciclo de Sebastián Battaglia y cortó una racha de seis partidos sin ganar. Los de Paraná, por su parte, perdieron su chance de acercarse al líder Independiente y ocupan el séptimo puesto de la tabla con 11 unidades.
El equipo de Paraná se plantó de igual a igual en La Bombonera y puso en peligro al dueño de casa en dos ocasiones inmejorables. Ya dio muestras de lo que estaba dispuesto a hacer cuando apenas corrían cinco minutos. En ese momento, Fabra perdió una pelota en ataque, la visita salió rápido de contra y el conjunto boquense se salvó de milagro, porque el remate desviado de Nicolás Delgadillo al ingresar al área no pudo conectarla Brian Nievas por el segundo palo.
A los 27 aconteció la polémica del partido: Marín punteó la pelota por el fondo tras un tiro de esquina y anotó para Patronato, pero Silvio Trucco cobró una falta inexistente a Agustín Rossi por una supuesta obstrucción en el área chica. Pudo haber sido determinante este gol mal anulado, pero el árbitro le dio una vida más al local y los de Battaglia sacaron provecho de eso para la segunda parte.
En ese periodo, Boca salió más decidido y se encontró con la más clara. Fue Pavón, el más desequilibrante del Xeneize hasta allí, el que encaró por el carril izquierdo del área y sacó un remate cruzado que le sacó chispas al caño más lejano del arquero Matías Ibáñez. Pero todo siguió igual hasta que el DT mandó a la cancha a Exequiel Zeballos, justamente en lugar del cordobés. El «Changuito» le cambió la cara al equipo y elaboró una buena jugada para romper el cero.
A seis minutos del final, el santiagueño entró al área, se movió por encima de la pelota con una doble bicicleta y elevó un centro pinchado a la olla que Luis Vázquez empujó con un frentazo debajo de los tres palos. La clave para la apertura del marcador para los boquenses estaba en la conexión de dos que se conocían muy bien por haber compartido cancha en la reserva, con Battaglia también en el banco.
Los juveniles salvaron a Boca de una nueva decepción. Y, aunque el triunfo vale por tres puntos vitales, el nuevo entrenador deberá trabajar con suma urgencia para darle esa vuelta de rosca que necesita el equipo a fin de ser más compacto, gestar situaciones de gol y ser protagonista.
Más historias
Franco Colapinto largó desde boxes, hizo una gran carrera y terminó 14º en el GP de Las Vegas.
Racing es el nuevo campeón de la Copa Sudamericana
Racing va por la gloria internacional: miles de hinchas viajaron a Paraguay para ver la final de la Sudamericana