Con Chiquito Romero como figura, Boca Juniors se impuso 4-1 en la definición y dejó afuera a Racing Club en el Cilindro tras la igualdad sin goles.
Otra vez Chiquito Romero se hizo gigante y Boca Juniors vuelve a estar entre los cuatro mejores de América. Luego del 0-0 en los 90 minutos reglamentarios, como en el partido de ida, el Xeneize se impuso 4-1 ante Racing Club en los penales con su arquero como figura y accedió a las semifinales de la Copa Liberadores.
Romero contuvo dos disparos en la definición, fue clave como contra Nacional en octavos, y le dio la clasificación al equipo de Jorge Almirón, que en la próxima instancia tendrá el desafío de enfrentar a un grande brasileño como Palmeiras, semifinalista tras el global de 4-0 ante Deportivo Pereira.
En el duelo estratégico salió airosa la Academia. Encontró mayores espacios, fue más punzante. Como se esperaba, salió a ser protagonista. De antemano Gago le dio la titularidad a Gastón Martirena y a Juan Fernando Quintero, dos que habían entrado bien en La Bombonera, y dio en la tecla. Porque con la combinación de ambos por derecha, el conjunto de Avellaneda hizo sufrir al Xeneize.
El dueño de casa se sintió mejor cuando la pelota llegó a los pies de Juanfer, que ofrecía una pausa y le bajaba un cambio al ritmo del partido como para ordenar las piezas y tratar de jugar. A los 21 minutos, el colombiano inventó un pase para Maxi Romero, pero achicó justo Romero.
Otra vez por ese sector, donde Racing encontró luz verde, en los pies de Martirena fabricó una nueva ocasión: el marcador de punta uruguayo levantó un centro y el cabezazo de Romero no tuvo buena dirección al arco. Luego volvió a salvarse Boca, que hacía lo que podía por las buenas intenciones de Edinson Cavani, cuando Quintero remató a colocar y el cuero pasó cerca del ángulo.
Cavani se dedicó a retroceder, pivotear e intentar distribuir el balón hacia los costados para que los Xeneizes avancen. Pero, entre la falta de precisión del delantero charrúa en algunas oportunidades y la ausencia de cómplices, Boca ingenió poco y nada en el primer tiempo.
Tras el descanso, con las modificaciones de Almirón (entraron Janson y Weigandt por Merentiel y Valentini) el elenco boquense cambió de energía. El contraste fue Racing, que bajó el ritmo y sufrió la falta de participación de Juanfer Quintero. De entrada, Cavani tuvo el primero: su remate de pique al piso lo controló a puro reflejo Gabriel Arias.
Boca aguantó el cero hasta el final y forzó los penales, donde sabe que se hace fuerte. Se enfrentaban dos pesos pesados: Romero vs. Arias. Pero el de la Ribera ganó el duelo. Es casi imbatible. Le atajó el primero a Gonzalo Piovi y el tercero a Sigali, mientras que Boca metió todos y definió en el último Rojo para poner al xeneize entre los cuatro mejores.
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