24 noviembre, 2024

Boca goleó a Monagas en La Bombonera y se adueñó de su grupo

Con un doblete de Luis Vázquez y goles de Marcelo Weigandt y Valentín Barco, Boca Juniors derrotó 4-0 al equipo venezolano. Terminó primero en el Grupo F.

Con mucha comodidad, Boca Juniors derrotó 4-0 a Monagas en La Bombonera, por la sexta fecha del Grupo F de la Copa Libertadores, y se quedó con el primer puesto. Marcelo Weigandt, Valentín Barco y Luis Vázquez, en dos oportunidades, anotaron para el Xeneize, que terminó en lo más alto con 13 puntos, 5 más que Deportivo Pereira.

Boca se recuperó con creces después de la derrota en Mendoza que lo había dejado con algunas dudas. El clima fue más parecido al de la despedida de Juan Román Riquelme. Y el fútbol, al de la época en la que el histórico enganche y sus secuaces jugaban la Copa Libertadores. Mucha agresividad, autoridad, madurez. Un estadio que se comía crudo a su rival, un equipo dispuesto a ganar, ganar y ganar.

Terminó parejo en 10 vs. 10 por las expulsiones de Bruno Valdez, en el conjunto de Jorge Almirón, durante el primer tiempo, y la de Abdiel Arroyo, en la visita, en el complemento. Ambas por doble amonestación. Pero lo que no fue parejo fue el nivel de ambos. Como se esperaba de antemano, Boca fue protagonista y lo de Monagas muy tibio. De hecho, si el partido terminaba cuatro, cinco o seis a cero a favor del dueño de casa, era coherente.

Ya desde el inicio los Xeneizes mostraron iniciativa. Después de una mano que, a priori, debió revisarse y pudo ser penal para los de Almirón, Cristian Medina dio el primer aviso con un remate desde afuera del área que pasó cerca. Luego, lo tuvo Marcelo Weigandt con un cabezazo al palo.

Hasta que a los 39 minutos abrió la cuenta el líder del grupo F. Martín Payero metió un centro pasado a media altura que por el segundo palo encontró el Chelo Weigandt para empujarla al fondo de la red. Este gol incentivó a Boca, que en el segundo tiempo se llevó por delante a los venezolanos.

Fue Valentín Barco, que jugó de volante, el que se conectó con Frank Fabra por la izquierda a los 61 minutos y anotó el 2-0 transitorio con una definición de derecha (su pierda menos hábil) al palo más lejano del arquero.

La goleada boquense era lo más lógico en el partido, pero el dueño de casa erraba y erraba. Jorge Roa y el palo se convirtieron en figura para Monagas, que hacía negocio con esa diferencia. Pero todo se destapó en los cinco minutos finales, de la mano de Luis Vázquez, que a los 86 y 89 puso cifras definitivas para la paliza de Boca.

Una goleada y un triunfo que necesitaba el equipo de Almirón. Demostró que en la Copa habla otro idioma y que en este certamen tiene la madurez tal como para recuperarse de lo que pasó contra Godoy Cruz. Y no solo cambiar la energía, sino demostrar que mejoró futbolísticamente. El grupo es suyo y va por más.