Con muchos suplentes, Boca Juniors le empató a Lanús 1-1 en La Bombonera. Leandro Díaz abrió la cuenta para el granate, igualando Benedetto en el cierre.
Cuando La Bombonera ardía, Boca Juniors encontró en una jugada de otro partido un punto que necesitaba. El gol de Darío Benedetto a los 45 minutos de la parte complementaria acalló el murmullo de desaprobación que caía de las tribunas y el partido ante Lanús terminó 1-1.
Previamente, Leandro Díaz, en los primeros segundos de tiempo adicionado de la etapa inicial, había puesto en ventaja al conjunto granate, que en ese segmento supo capitalizar los errores del elenco de Jorge Almirón con una presión alta. Después se replegó, se olvidó de atacar y lo pagó caro.
Más allá del festejo final, el equipo de Jorge Almirón no termina de dar respuestas: juega partidos aceptables y otros decididamente malos como el de este sábado. Se nota que el entrenador intenta llevar a la práctica un estilo de juego, pero los jugadores no lo llevan a cabo como el DT pretende.
Es cierto que esta vez debió utilizar varios suplentes por la cantidad de lesionados que dejó la intensidad del semestre, pero no es excusa. El Consejo de Fútbol deberá esmerarse en el próximo mercado de pases si es que quiere pelear las competencias que se vienen de acá a fin de año. Esta Liga Profesional hace rato que es historia.
Con un equipo remendado, Boca hizo aún menos de lo que viene haciendo en este semestre durante la primera mitad. Es cierto que generó situaciones y que por momentos manejó la pelota, pero también lo es que careció de contundencia y que siguió cometiendo errores en el fondo, tanto a la hora de salir jugando como defensivamente.
Aún con imprecisiones atrás y en el medio, Boca fue el protagonista en esa parte inicial. Sobre los 10 minutos lo tuvo Darío Benedetto, quien recibió un pase en profundidad de Ezequiel Barco, desairó a su marca, pero su remate con destino de red dio en Juan Sánchez Miño y la posibilidad se disipó.
Otro buen pase de Barco de izquierda a derecha derivó en un centro de Pol Fernández que Óscar Romero cabeceó al arco, pero esta vez fue el arquero Lucas Acosta el que se lució. Y más adelante el arquero volvió a ganar un mano a mano, esta vez frente a Cristian Medina, para dejar en cero su arco.
Del otro lado, Lanús llegó poco y la mayoría de sus jugadas de riesgo nacieron en pelotas recuperadas por malas salidas del equipo xeneize. Por suerte para el local, Javier García respondió ante sendos disparos de Tomás Belmonte y Matías Esquivel y parecía que el parcial se cerraba en blanco por la impotencia de uno y otro.
Pero con 45 minutos pasados Juan Sánchez Miño sacó un centro desde la izquierda y el “Loco” Díaz cabeceó abajo para sellar el 1-0 tras ganarle la espalda a Nicolás Valentini.
Desde el minuto inicial de la parte complementaria, los roles quedaron definidos. Lanús presionó, pero mucho más atrás y apostó a salir de contragolpe. Y Boca tuvo la pelota, pero careció de profundidad.
Barco se paró más adelante, pero se animó poco. Romero perdió protagonismo y salió, Ramírez no influyó y a Benedetto, el único delantero, casi no le llegó la pelota.
Los minutos se fueron consumiendo y recién a los 45 Boca pudo generar su primera acción seria del complemento. Pol Fernández recibió un pase cruzado de Alan Varela por derecha, sacó un centro bajo y Benedetto la empujo para celebrar. El línea levantó la bandera, pero luego el VAR convalidó la conquista.
Terminó siendo empate y no estuvo mal. Boca tuvo un premio a su insistencia y Lanús un castigo por haberse olvidado de atacar. Un punto para cada uno que no tiene sabor a mucho, pero al menos suma.
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