24 noviembre, 2024

Boca recuperó la sonrisa con un sólido triunfo ante Belgrano

En un segundo tiempo de gran nivel, Boca Juniors derrotó 2-0 a Belgrano de Córdoba con goles de Martín Payero y Darío Benedetto a la salida del descanso.

En el primer tiempo al Xeneize le faltó nafta. Si bien tomó la iniciativa, trató mejor el balón y creó mejores ocasiones, no estuvo fino de aceite en la definición. Pero en el segundo tiempo llenó el tanque, y antes de los diez minutos, aceleró para conseguir lo que no había logrado antes del descanso.

Cristian Medina fue el motor que encendió los avances con el armado desde la mitad de la cancha y quien participó en las jugadas que generó el local para merecer la ventaja ante Belgrano de Córdoba.

En los primeros 45, el mediocampista no contó con la complicidad de Darío Benedetto, que avisó con un cabezazo que se fue por arriba, ni Martín Payero, que erró la más clara cuando a los 30 minutos, de frente al arco tras un centro atrás, la tiró por encima del travesaño.

Con el correr del reloj el Pirata equilibró el partido y encontró algunos espacios. Pablo Vegetti, su goleador, se las ingenió para dar muestra de sus dotes. Y la visita, con poco, rescató una: el 9 recibió un centro pasado por el segundo palo y metió un frentazo pinchado a contra pierna de Chiquito Romero que se fue apenas afuera.

Hasta que en el segundo tiempo se liberó la ruta para que el equipo de Jorge Almirón viaje a la victoria. A los cuatro minutos, Payero remató desde afuera del área y anotó el 1-0 tras una floja respuesta de Nahuel Losada. Y tres más tarde, Benedetto, que volvió de una lesión, probó que no perdió su olfato goleador: llegó a toda marcha por atrás y empujó debajo del arco un centro rasante de Luis Advíncula. Suspenso, revisión por posible offside y 2-0.

Terminó haciéndole precio Boca, porque durante todo el segundo periodo jugueteó con el tercero, aunque se porfió, no definió y se quedó en su zona de confort con la ventaja por dos goles, que le sirvió para redondear una buena presentación, recuperarse del golpe en el Superclásico y levantar el ánimo.