Con goles de Carlos Izquierdoz y Frank Fabra, Boca le ganó 2-1 a Rosario Central. Martínez Dupuy descontó para el Canalla y Rossi le tapó un penal a Vecchio.
Con suspenso, con algunos sobresaltos y ante un rival que lo complicó durante toda la noche, Boca dio una muestra de carácter en el Teatro Colón del fútbol argentino y le ganó a Rosario Central 2-1 para acomodarse en el segundo lugar de la Zona B de la Copa de la Liga Profesional.
La noche empezó con exigencias para Xeneize por la concreta iniciativa del Canalla de tomar la posesión y adelantar metros en terreno contrario. Hasta que a los 23 minutos le llegó una oportunidad inmejorable a la visita a través del punto penal: Lucas gamba entró en el área por el vértice derecho, amagó ante la salida de Rossi, dejó la pierna zurda y le vendió una falta a Ariel Penel que el árbitro compró.
El encargado del disparo fue Emiliano Vecchio. El «diez» de Central remató a pie abierto hacia la izquierda a media altura, pero el guardameta boquense hizo valer su especialidad y sacó una mano tremenda para desviar el remate hacia afuera.
El tablero indicó un empate en cero al cabo de los primeros 45 minutos y ambos se fueron sin cosecha al descanso, pero con mucha bronca. Es que jugadores de Boca y Rosario Central, así como también Kily González (expulsado), arremetieron contra el árbitro para reclamarle algunos fallos y se armó una trifulca muy poblada en el campo de juego.
Ya en el complemento, Boca pegó de entrada: Sebastián Villa levantó un córner desde la derecha y el Cali Izquierdoz metió un frentazo mortal en el corazón del área para poner el 1-0.
La ventaja le vino bien al local para tomar confianza desde la tenencia y potenciar su ofensiva. La chance más clara para estirar la diferencia la tuvo Juan Ramírez a los 20, cuando Frank Fabra desbordó por la izquierda, llegó hasta el fondo, hizo una pausa y tiró el centro atrás para la entrada del ex Talleres. Sin embargo, Gaspar Servio puso los guantes firmes en el medio de los tres palos y mandó el remate al tiro de esquina.
La superioridad de los de Battaglia se reflejó en el marcador gracias a una estupenda maniobra de Frank Fabra, que a los 81 se conectó con Aaron Molinas por el carril izquierdo, entró a zona de peligro a pura máquina y se sacó de encima a su marcador con una jugada de pie a pie para luego ponerla junto al palo de tres dedos.
El trámite parecía encaminado para los boquenses, pero a falta de 4 minutos para el pitazo final entró Luca Martínez Dupuy por el segundo palo después de un centro pinchado de Fernando Torret. Con un cabezazo, el juvenil de Central anotó el descuento y le dio una pizca de suspenso al último tramo.
Boca aguantó y se terminó quedando con tres puntos trascendentales para mantenerse en puestos de vanguardia. Por momentos no la pasó bien, acudió a la templanza. Y esta vez no fue un equipo inocente, hasta Román lo aplaudió desde los palcos.
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