En San Pablo, Boca igualó sin goles con el Corinthians en un partido en el que no pasó muchos sobresaltos, más allá de un penal atajado por Agustín Rossi.
Boca rescató un buen resultado en Brasil donde igualó 0-0 con Corinthians. Ante más de 45 mil almas que alentaron al local sumó un punto que lo deja bien plantado de cara a la revancha del próximo martes en La Bombonera por los octavos de final de la Copa Libertadores.
De hecho, el Xeneize casi no pasó sobresaltos, exceptuando un penal infantil cometido por Marcos Rojo y que atajó Rossi, y por un par de salvadas del zaguero central, que remendó su error en el inicio de la parte complementaria.
El empate sin goles terminó siendo un resultado acorde para un partido en el que ninguno de los dos se animó demasiado. Y en ese sentido el más responsable fue el local, que ahora deberá bajar a La Boca donde no la pasó nada bien en la fase regular del certamen.
El equipo de Sebastián Battaglia fue a hacer su negocio a San Pablo, a presionar arriba cuando se presentó la ocasión, a defender en bloque una vez que el rival pasó la mitad de cancha y a intentar contragolpear a partir de pelotas recuperadas.
Casi que no logró este último objetivo en los 45 minutos iniciales, aunque generó un par de chances, ambas con Darío Benedetto como protagonista.
El delantero, que no estuvo preciso con la pelota en los pies a la hora de asociarse con sus compañeros, igual se las arregla, como siempre, para generar peligro. A los 14 estuvo cerca con un cabezazo tras un centro de Exequiel Zeballos, pero no le dio bien y su envió murió en las manos de Cassio.
Y ya en tiempo adicionado tuvo la más clara cuando, tras una corrida y posterior centro de Sebastián Villa, conectó de zurda el balón que pegó en el césped y se elevó, provocando una excelente intervención del arquero local -figura a la par de su colega argentino- que rechazó la pelota al córner.
Del otro lado, Corinthians fue algo más ambicioso, pero no demasiado. Principalmente intentó atacar por el flanco derecho, como queriendo aprovecharse de la falta de roce internacional de Agustín Sández. pero el lateral izquierdo, por lo general, respondió.
Sólo había inquietado con un zurdazo de Adson que se fue cerca cuando a los 43 minutos una falta innecesaria de Marcos Rojo dentro del área le dio la posibilidad de abrir el marcador a Roger Guedes desde los doce pasos.
Pero ahí apareció la figura de Agustín Rossi para enmendar errores ajenos una vez más al rechazar el remate del delantero local a media altura y no muy esquinado. Y así el primer tiempo se fue en blanco, con emociones -pocas- recién en el final.
Los dos tuvieron sus chances en el inicio de la parte complementaria. En un área salvo Rojo y en la otra lo hizo Cassio, ante un tiro libre bien ubicado por el paraguayo Óscar Romero.
Una mano de un jugador de Corinthians en el área, de esas que en nuestro fútbol se castigan con un penal, fue desestimada por el árbitro Roberto Tobar y también por el VAR. Y del otro lado Corinthians tuvo una clara en la zurda de Adson, pero su disparo se fue desviado.
Los minutos fueron pasando y así como Boca empezó a ver el 0-0 con buenos ojos, el Timao tampoco hizo demasiado por cambiar la historia. O al menos no supo cómo hacerlo. De hecho, el Xeneize, con la velocidad de Villa, estuvo más cerca, aunque no pudo dar la última puntada.
La serie quedó abierta y ahora se resolverá en La Bombonera el martes próximo. El gol de visitante ya no cuenta o sea que Boca tendrá la ventaja que implica jugar en el Templo. No la tendrá nada fácil, es cierto, pero llegará mejor parado que el conjunto brasileño.
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