Boca sufrió en Brasil y perdió por la minima diferencia ante Santos.

Después de un buen inicio, Boca cayó 1-0 ante Santos en Brasil, pero el triunfo de The Strongest en La Paz, le permite depender de sí mismo para clasificar.

No fue una buena noche para Boca, pero no terminó siendo tan mala. En Vila Belmiro, donde cayó con Santos 1-0, no le fue nada bien. Dejó una buena imagen en los primeros 25 minutos, pero después equivocó el rumbo y terminó perdiendo sin atenuantes y dejando una triste imagen, la de un equipo desordenado y sin ideas, al que le cuesta mucho llegar.

Pero desde La Paz, Bolivia, el equipo xeneize recibió buenas noticias. The Strongest le ganó a Barcelona 2-0 y dejó el grupo al rojo vivo. Los ecuatorianos, pese a la derrota, mandan con 9 puntos (5 de diferencia de gol), seguidos por Santos (+2) y Boca (+1), con 6, y los bolivianos, con tres (-8).

Por ahora Boca está quedando afuera, pero depende de sí mismo, ya que, si gana los dos encuentros que le restan, frente a Barcelona, el jueves que viene, y frente a The Strongest, en dos semanas, ambos en La Bombonera, clasificará a octavos de final y hasta puede llegar a quedar en lo más alto del grupo.

Boca arrancó bien el primer tiempo y lo terminó muy mal. Durante 25 minutos controló el juego ante un rival que no encontraba la pelota y que se limitaba a contragolpear pero cada vez que lo hacía encontraba un equipo muy bien parado de mitad de cancha hacia atrás.

En ese lapso el problema de Boca estuvo en el otro lado del terreno, donde tiene que definir y le viene costando mucho hacerlo. Tuvo una clara a los 6 minutos cuando Izquierdoz sacó un pelotazo largo que dejó libre a Pavón por derecha y el centro del delantero encontró a Tevez completamente libre en la puerta del área chica, pero el Apache le dio de volea por arriba del travesaño y Boca dejó pasar una chance única.

Boca era más. Alan Varela volvió a ser el patrón del medio, Almendra alternaba buenas y malas, pero hasta ahí era un buen complemento. El equipo de Russo tenía la pelota y no sufría, al igual que siete días atrás en Guayaquil. Pero tampoco generaba mucho. Y de a poco el Santos comenzó a dejar su rol de partenaire y niveló las acciones.

Almendra perdió presencia, Medina nunca apareció, Tevez estuvo impreciso y Pavón y Villa terminaron defendiendo más de lo que atacaron porque la pelota no les llegó casi nunca. Para colmos, atrás, Lisandro López no tuvo su mejor noche y el partido, paulatinamente, fue cambiando de manos.

Y ese infierno tan temido llegó a los 40. Kaio Jorge desbordó por derecha y sacó un centro atrás que encontró a toda la defensa de Boca mal parada. Y en el otro sector apareció el lateral Felipe Jonatan, que tomó la pelota libre, desairó un par de marcas y con un zurdazo cruzado puso el 1-0 parcial. Un premio para el más eficaz de los dos.

Ese gol desestabilizó a Boca, porque le cuesta mucho venir de atrás. Sus mejores armas ofensivas son los desbordes de Villa y Pavón, pero si el entrenador no pone un nueve de área el esfuerzo de éstos es inútil. Así dadas las cosas, a Boca no le quedaba otra que esperar una pelota parada o una acción individual.

Lo más cerca que estuvo del empate fue a través de un par de disparos de afuera del área de Pavón, uno muy alto y otro desviado al córner. Es más, estuvo más cerca de aumentar Santos, que de nivelar las cosas Boca. No mucho más cerca, pero en esa parte complementaria el equipo paulista, que tampoco ha mostrado un gran fútbol en esta Copa, terminó de justificar el triunfo.

Fue una noche negra para Boca, que terminó aclarándose un poco por el triunfo de The Strongest sobre Barcelona en La Paz. Al fin, el Xeneize sigue dependiendo de sí mismo y si gana los dos partidos de local clasificará a octavos de final. Pero a partir de esa instancia -si es que llega a la misma- deberá mejorar mucho (y sumar refuerzos importantes) si pretende sumar la séptima Libertadores a sus vitrinas.