25 abril, 2024

Boca y River empataron en un partido que fue como una final.

El Millonario tuvo una propuesta más ambiciosa, mientras que Boca apostó a la jerarquía de sus atacantes para jugar de contra. Fue un resultado justo.

En un superclásico que se jugó como si se tratara de una final, Boca Juniors y River Plate empataron por 2-2 en la Bombonera, en el marco de la cuarta fecha de la zona Campeonato A de la Copa Diego Armando Maradona.

El primer tanto del encuentro fue obra de Ramón “Wanchope” Ábila (‘9), mientras que Federico Girotti (’73) y Rafael Borré (‘76) habían logrado dar vuelta el marcador a favor de la visita. Sin embargo, Sebastián Villa (’86) apareció para volver a igualar el encuentro.

Durante el primer tiempo, los dirigidos por Marcelo Gallardo intentaron desplegar su juego y no tardaron en pisar con determinación el área rival. Cuando corrían apenas 2 minutos, Gonzalo Montiel habilitó a Rafael Borré que definió con potencia desde la banda derecha pero su remate fue directo a la posición de Esteban Andrada.

El equipo de Miguel Ángel Russo parecía más preocupado por no sufrir en aspectos defensivos y no se preocupaba por la posesión. Sin embargo, Nicolás Capaldo controló con elegancia en la mitad de cancha y descargó en Emmanuel Más, quien puso un pase entrelíneas para Ramón “Wanchope” Ábila, que se anticipó a sus marcadores para poner en ventaja a los locales.

Tras el tanto, el partido retomó su curso: River volvió a dominar y Boca apostó por las transiciones rápidas para generar peligro. La estrategia podría haberle rendido frutos al Muñeco, a los 16 minutos, cuando Jorge Carrascal encontró una pelota boyando y sacó un remate que se estrelló en el palo derecho.

Como respuesta, Capaldo se proyectó y sacó un fierrazo que logró controlar el arquero de los Millonarios.

El complemento arrancó con la misma tónica que caracterizó a la primera etapa: el Millonario controlaba la pelota, pero las mejores situaciones eran para el Xeneize, que ponía el pie en el acelerador en los contraataques.

Tras el pitazo de Fernando Rapallini, Mauro Zárate tuvo una oportunidad inmejorable en el área chica pero no estuvo fino en la definición. Minutos después, Franco Armani se impuso a Wanchope Ábila en un mano a mano en el que Zárate le recriminó porque no lo habilitó.

A los 57 minutos, Jorman Capuzano fue expulsado tras un fuerte codazo a Matías Suarez que le hizo ganarse su segunda amarilla –la primera había sido una jugada similar en la que golpeó con rudeza a Carrascal-

Ya a los 63 minutos, Sebastián Villa se impuso a pura potencia, pero encontró muy bien ubicado a Armani.

Con el hombre de más, el Millonario empezó a tomar las riendas del partido y el juego empezó a desarrollarse por las bandas. De esa manera, cuando corrían 74 minutos, llegó el empate: Montiel controló desde su sector y lanzó un centro que encontró al pibe Federico Girotti –que había entrado en lugar del colombiano Carrascal-, quien sacó un cabezazo impecable mientras se caía.

Apenas dos minutos más tarde, Nacho Fernández hizo su gran aparición en el partido. El mediocampista creativo levantó la cabeza y colocó un centro a la cabeza de Rafael Borré que no perdonó. De esa manera, en menos de cinco minutos, los dirigidos por Marcelo Gallardo daban vuelta el resultado.

Todo parecía servido para la visita. Sin embargo, Enzo Pérez se ganó su segunda amarilla y el encuentro volvía a emparejarse un poco.

Cuando corrían 86 minutos, Carlos Tevez –que había ingresado junto a Franco Soldano por Ábila y Zárate- lideró un contragolpe en el que aguantó muy bien la pelota ante sus marcadores y consiguió habilitar a Villa, quien definió sutilmente ante la salida de Armani.

El resultado siguió abierto hasta el final, aunque ya no pudieron torcerlo. Ahora los dos pusieron la cabeza en las semifinales de la Copa Libertadores, donde Boca chocará con Santos y River con Palmeiras, en lo que puede ser el paso previo de un nuevo encuentro superclásico en la final del torneo continental.