24 noviembre, 2024

Central lo empató en la última y evitó la remontada de Tigre

El Matador lo había dado vuelta con goles de Retegui y Colidio, pero Rosario Central lo fue a buscar sobre el final y encontró el 2-2 a los 96 minutos.

¡Tremendo final en victoria! Tigre tenía en sus manos los tres puntos luego de remontar el resultado por las conquistas de Mateo Retegui y Facundo Colidio. Sin embargo, los dejó escapar, porque Rosario Central no se dio por vencido, quedó con vida en el último tramo y logró la agónica igualdad en el sexto minuto de adición con un cabezazo de Facundo Mallo.

El Matador desplegó sus atributos desde la hora del arranque y dominó en absoluto los primeros minutos con tres chances claras de gol. Pero el que pegó primero fue la visita, aunque el grito fue con suspenso. A los 13, Francis Mac Allister levantó un centro desde la izquierda que Juan Cruz Komar anticipó a la carrera por el primer palo.

El juez de línea levantó la bandera tras el cabezazo del defensor. Unos instantes después el VAR intervino para corregir el accionar del asistente y convalidar el 1-0 para los de Russo, que de todas maneras duró muy poco.

Es que, al sacar del medio, el Matador avanzó y empató cuando Central ni se había acomodado. Mateo Retegui, como siempre, y otra vez goleador del campeonato (con 3 tantos), ganó en las alturas anticipando a los centrales y al arquero Gaspar Servio y estableció la igualdad en uno.

Para el segundo tiempo, Colidio agarró un rebote de Servio dentro del área chica y la picó para el 2-1. Otra vez el mismo línea marcó fuera de juego, y nuevamente la tecnología corrigió.

Lejos de inyectarle seguridad, el gol relajó a Tigre, que dejó con vida a Rosario Central. Los canallas fueron avanzando, topándose varias veces con el arquero Marinelli, hasta que a los 96 minutos Mallo cabeceó luego de un tiro de esquina y silenció el José Dellagiovanna.

Con una pizca de polémica porque se habían pasado unos segundos del tiempo que adicionó Hernán Mastrángelo, el encuentro terminó 2-2. Y fue justo. Cada uno golpeó cuando pisó el acelerador, y ninguno pudo sumar su segunda victoria seguida.