25 noviembre, 2024

Con Dibu Martínez como héroe, Argentina venció por penales a los Países Bajos y jugará la semifinal del Mundial con Croacia

La Selección Argentina avanzó a las semifinales del Mundial de Qatar tras vencer a Países Bajos 4-3 por penales, después de igualar 2-2 en el tiempo reglamentario y el alargue.

Después de haber sufrido un golpe tremendo en el final del partido, la Selección Argentina dio una muestra de su carácter y avanzó a las semifinales del Mundial de Qatar tras vencer a Países Bajos 4-3 en definición desde el punto penal, tras igualar 2-2 en Lusail durante los 90 minutos reglamentarios y el suplementario.

Hubiera sido injusto quedar al margen del torneo tras 120 minutos en los que el equipo de Lionel Scaloni fue superior al elenco europeo, pero por esas cosas que tiene el fútbol debió ir a un suplementario, tras ir ganando por dos goles a ocho minutos del cierre, y luego a los penales tras dominar ampliamente los 30 minutos del alargue.

Y en los penales apareció Dibu Martínez y toda su jerarquía para cerrar dos veces el arco en los dos primeros envíos neerlandeses, esos que marcaron la diferencia, que le dieron tranquilidad a sus compañeros para sentenciar desde los doce pasos el pase a la próxima instancia del torneo, como había pasado en las semifinales de la Copa del Mundo de Brasil, ocho años atrás.

Previamente, Nahuel Molina, a los 34 minutos del primer tiempo, y Lionel Messi, a los 28 del complemento al concretar un penal que le habían cometido a Marcos Acuña, habían iniciado una fiesta en el estadio qatarí y en los cuatro puntos cardinales del país.

Pero un cabezazo de Wout Weghorst a los 37 desató el sufrimiento que se agigantó a los 10 minutos de tiempo adicionado cuando el mismo jugador, tras una inesperada jugada de tiro libre, puso el 2-2 que obligó a jugar media hora más.

Después fue todo del Dibu y su magia en los penales para sellar el ingreso al top four del certamen. El martes espera Croacia, que viene de jugar dos veces seguidas 120 minutos. Un equipo complicado, como todos los que siguen en carrera, pero no imbatible como para apaciguar la ilusión albiceleste, que sigue viva más allá de este partido para el infarto.

UN PARTIDO PARA SUFRIR Y FESTEJAR

Argentina salió a jugar con un planteo bastante agresivo. La línea de cinco terminó siendo una línea de tres, integrada por Romero, Otamendi y Martínez, mientras Acuña se estiraba por el lateral, unos metros más arriba, y Molina, muy utilizado en los primeros minutos, se ubicaba casi como un wing derecho de los años 70.

Países Bajos se abroqueló bien atrás y trató de salir con prolijidad. Cometió pocos descuidos en defensa, más allá de que alguna vez se equivocó como cuando antes del primer cuarto de hora Messi habilitó por izquierda a Acuña, que no se decidió a buscar el arco y sacó un centro sin destino.

El elenco europeo lo emparejó después de los 15, se animó un poco más, aunque liberó espacios y, por ejemplo, le permitió a Messi escapar y sacar un disparo desde buena posición, pero Lío le dio mal el balón se fue muy desviado. Del otro lado cerca estuvo Steven Bergwijn, que desde el borde del área sacó un zurdazo cruzado que también se fue lejos.

Por momentos, el partido cayó en un pozo. Era lógico, había mucho en juego. Hasta que sobre los 34 Messi frotó la lámpara, asistió por derecha a Molina con un pase perfecto y el exlateral de Boca Juniors definió como un delantero experimentado, con un disparo bajo y cruzado que dejó sin chance al arquero holandés.

Enseguida, Messi tuvo otra posibilidad, pero su disparo de derecha salió mordido y fue detenido sin problemas por Andries Noppert.

Holanda se adelantó en el cierre, pero ni siquiera inquietó en algunos centros aéreos que lanzó para sus gigantes al área albiceleste.

En el complemento, Argentina se replegó un poco, esperando para liquidar el pleito de contragolpe. Por momentos trató de hacer más lento el desarrollo y ello, aunque impidió que el seleccionado europeo pudiera llegar con claridad, conspiró un poco contra las posibilidades ofensivas del elenco orientado tácticamente por Scaloni.

No obstante, sobre los 18 tuvo una chance clara con un tiro libre fabricado y ejecutado por Messi que se fue apenas por encima del travesaño.

Ingresó Paredes por De Paul y el mediocampo siguió siendo sólido ante un rival impotente que no llegaba a inquietar a Dibu Martínez. Pero la diferencia seguía siendo exigua.

Hasta que a los 28, Acuña robó una pelota por izquierda, enganchó y un defensor holandés se lo llevó puesto justo cuando entraba al área. Penal y esta vez Messi no falló para dejar las cosas 2-0 a poco más de un cuarto de hora para el cierre.

Sobre los 37, cuando nada lo hacía esperar, Wout Weghorst, cabeceando un centro que vino desde la derecha, aprovechó el primer descuido de la defensa nacional. Y de ahí al final, Países Bajos se vino con todo y en el último suspiro de los exagerados 10 minutos de adición, en una magistral jugada de tiro libre culminada por el mismo Weghorst, forzó el alargue.

Argentina tuvo todo para ganarlo en el suplementario, en el que dispuso de tres oportunidades muy claras en el segundo tiempo: primero estuvo cerca Lautaro Martínez, quien intentó ponerle su sello a una gran jugada de Enzo Fernández, pero su remate dio en Van Dijk y se fue al córner; enseguida un cabezazo de Germán Pezzella se fue apenas alto, y en el final Enzo Fernández estrelló un tiro en el palo.

Hubo que ir a los penales y en esa instancia brilló el arquero albiceleste, atajando los envíos de Van Dijk y Berghuis. Messi, Paredes, Montiel y Lautaro Martínez hicieron lo suyo y aseguraron el pase a semifinales, más que merecido.