En su vuelta a la titularidad, Darío Benedetto anotó los tres goles de Boca y le dio la Supercopa al equipo de Ibarra. Título 52 para el Xeneze a nivel nacional.
Con un Darío Benedetto intratable, autor de los tres goles en su vuelta a la titularidad tras la suspensión, Boca Juniors derrotó 3-0 a Patronato de Entre Ríos en el estadio Madre de Ciudades de Santiago del Estero y se quedó con la Supercopa Argentina 2022, a la que accedió por ganar la última Liga Profesional.
El Xeneize lo ganó de principio a fin. No dejó margen para la duda, fue el claro dominador de un partido que le sentó cómodo y ante un rival que no estuvo a la altura. El hombre de la noche fue sin duda Benedetto, que demostró ser el verdadero ‘9’ boquense, anotando un hat trick. El último que lo había hecho con esa camiseta fue justamente el Pipa, en 2016.
El conjunto de La Ribera de arranque se colgó el cartelito de protagonista. Con la velocidad de Villa y la presencia de Pipa Benedetto en el área, el equipo de Ibarra fue otro, más voraz. De hecho, entre ellos dos fueron las más claras del primer cuarto.
Mientras, Patronato buscó llevar el partido a lo que está más acostumbrado cuando juega contra estos rivales: defenderse, ser ordenado, morder en la mitad de la cancha, cortar -como sea- el juego. La fricción.
El Xeneize avanzaba con mayor peligro y a los 35 minutos se ilusionó con abrir el marcador cuando Andrés Merlos cobró penal por una insólita mano de Matías Ruiz Díaz. Sin embargo, el árbitro retrotrajo por un offside previo, el defensor zafó del papelón y Benedetto se quedó con las ganas de patear.
Pero el delantero, que volvió a ser titular tras comerse cuatro fechas de suspensión, tuvo revancha. A los 42, Nicolás Figal desbordó por izquierda con un gran enganche, tiró el centro atrás de zurda y el Pipa llegó a la carrera para mandar la pelota al fondo de la red y que todo el Madre de Ciudades coree su nombre.
En el segundo tiempo Boca estiró su dominio y en apenas ocho minutos lo trasladó al marcador. Benedetto fue astuto en el área tras un tiro de esquina, aprovechó una mala salida del arquero del Patrón y ensayó un sutil cabezazo para el 2-0.
El tercero llegó tras una combinación cafetera por izquierda. Villa esperó que Fabra le pase por la espalda, soltó para su compatriota y el lateral la mandó al medio para que, con la misma fórmula que el uno a cero, el Pipa encamine la goleada.
Sobre el final Boca pudo haber hecho dos goles más por intermedio de Langoni, pero Salvá lo evitó. Igual, el Xeneize lo tenía resuelto desde hace rato. No le hizo falta mucho más y consiguió sumar otra estrella, esta vez con autoridad y un funcionamiento aceptable. Algo que le faltaba al equipo de Ibarra que con un nuevo título suma 52 a nivel nacional.
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