Defensa y Justicia fue eficaz en Río y está en cuartos.

Con un gol insólito, Defensa y Justicia superó 1-0 a Vasco Da Gama y enfrentará a Bahía en los cuartos de final de la Copa Sudamericana.

Defensa y Justicia Tuvo su revancha en Brasil. Hace muy poco tiempo había quedado al margen de la Copa Libertadores ante el Santos en la jornada final de la fase de grupos, pero esta vez, en Río de Janeiro, se dio el gusto de derrotar a Vasco Da Gama por 1-0, triunfo que le permitió avanzar a los cuartos de final de la Copa Sudamericana.

Gabriel Hachen, a los 12 minutos de la etapa complementaria, le dio la victoria al conjunto de Florencio Varela, que no hizo mucho más que su adversario, pero al menos fue el que más intentó. tal vez en esa mayor ambición esté el justificativo de su victoria.

Ahora al elenco que orienta tácticamente Hernán Crespo lo espera otro equipo brasileño: Bahía, que viene de doblegar a Unión de Santa Fe. Un rival que no aparenta ser demasiado complicado para el Halcón.

Muy pobres resultaron los 45 minutos iniciales en los que ni uno ni otro supieron hallar los caminos hacia el arco de enfrente. Hasta tres cuartos de cancha llegaron con buen trato de pelota, pero de ahí en adelante abundaron las imprecisiones.

Por esos, las únicas dos acciones de riego para los arcos llegaron de jugadas de pelota parada. Sobre los 23, un tiro libre ejecutado desde el flanco izquierdo derivó en un potente cabezazo de Marcelo Alves que Ezequiel Unsain salvo de manera espectacular.

Cuatro minutos más tarde el que estuvo cerca fue el Halcón. Tras un tiro libre casi frontal y una mala salida del arquero Lucao, la pelota le quedó a Ciro Rius, pero el futbolista visitante llegó muy exigido y no le pudo dar bien al balón que se fue desviado.

El inicio de la parte complementaria no mostró demasiadas variantes. Defensa tenía un poco más le pelota, pero el que estuvo cerca de abrir el marcador fue el Vasco, cuando el colombiano Gustavo Torres, en una réplica, quedó solo frente a Unsain, pero disparó la pelota al cielo.

Parecía que el partido iba a morir sin goles, pero a los 12 llegó la apertura. Marcelo Alves pifió su despeje tras un centro desde la derecha que no llevaba mayor peligro y el balón se elevó e hizo una extraña parábola y fue a dar al travesaño. Mientras Lucao miraba sin atinar a responder, Hachen aprovechó el rebote y con un remate bajo puso el 1-0.

Un gol digno de un partido como el protagonizado en el Sao Januario, que de ahí en adelante tuvo a Vasco Da Gama como principal protagonista y al visitante defendiendo y parándose para liquidarlo de contragolpe.

Intentó el equipo carioca, pero por más que generó alguna ocasión, no tuvo la mente clara como para quebrar a un oponente que se paró bien en el fondo, resistió hasta el cierre y visó su pasaporte para los cuartos de final del torneo en el que encontrará a otro equipo brasileño: Bahía.