Con goles de Briasco, «Pulpo» González y Pavón, Boca se impuso por 3-1 en Vicente López y enfiló su segunda victoria. El DT le cambió la imagen al equipo.
Boca fue claro dominador en su visita a Platense y sumó tres puntos importantes para escalar puestos en la tabla al ganar por 3-1 gracias a los goles de Norberto Briasco, Diego González y Cristian Pavón. El equipo de Sebastián Battaglia apenas sufrió a su rival por el empate transitorio de Nicolás Bertolo, pero sostuvo su rendimiento y llegó a las 10 unidades al cabo de la octava fecha de la Liga Profesional.
Hubo un evidente cambio futbolístico del Xeneize, que comenzó a hilar una impronta emparentada con la rápida circulación de la pelota, con movimientos constantes que le permitan encontrar siempre un receptor libre, con Aaron Molinas como conductor y con Norberto Briasco como fuerte apuesta en la ofensiva, acompañado por las transiciones de Juan Ramírez y con una columna vertebral sostenida por la firme zaga Izquierdoz-Rojo. Sández aportó marca y seguridad por la banda izquierda y Advíncula se asemeja cada vez más al marcador de punta de la Selección de Perú.
Ya desde el comienzo se vio una transformación en la actitud del Xeneize, que manejó los tiempos e intentó llegar a campo contrario jugando a dos toques y con la posesión del balón como característica radical de esta nueva identidad. Mientras tanto, Platense estuvo dispuesto a esperar sin la capacidad de interceptar. Sin embargo, el local protagonizó la primera ocasión de peligro a los 18 minutos con un tiro de Mansilla desde afuera que salió cerquita del palo derecho de Rossi.
Hasta que a los 23 llegó lo que Boca buscaba, aunque de la manera menos pensada. Izquierdoz despejó largo desde su propia zona y el cuero cayó entre los centrales del Calamar. Acevedo pecó de ingenuo y la custodió de espaldas para que el arquero De Olivera salga a despejar, pero Briasco fue más astuto, metió la pierna justo para elevar la pelota por encima del guardameta y la acompañó hasta el fondo de la red para el 1-0.
Todos los caminos conducían a los vestuarios con ventaja del conjunto de Battaglia. Pero, a pesar del claro dominio boquense, el Marrón se encontró con el empate de regalo para irse al descanso con el marcador igualado: Bertolo paró de pecho en medio del tumulto dentro del área tras un tiro de esquina y la tocó de derecha con la pelota a media altura decretando el inimaginable 1-1.
Para el segundo tiempo Boca salió decidido a sostener el juego que mostró desde el inicio. Esta vez la intensidad tuvo su fruto a los pocos minutos, porque en apenas ocho la visita volvió a ponerse arriba con una productiva elaboración que terminó en un preciso disparo de Diego González desde la puerta del área cuando el Calamar había dejado corto un flojo despeje defensivo.
Con el correr de los minutos el Xeneize bajó el ritmo, pero mantuvo la superioridad. Primero estuvo cerca Sández de anotar el tercero y, pese a la fuerza de Platense por empatar que apremió la suerte de Boca y puso en suspenso el resultado en varias ocasiones, el ingresado Pavón concretó un golazo a los cuatro del descuento que determinó el contundente triunfo del elenco de La Ribera por 3-1.
Fue una justa y merecida victoria de Boca, que jugó su mejor partido del campeonato y dejó la imagen de ser un equipo renovado, fresco y con nuevas ilusiones. La víctima esta vez fue Platense, que solo resistió por algún tiempo igualar la línea futbolista de un rival que esta vez mostró su mejor cara.
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