Unión tuvo un penal en el último minuto, Javier García lo atajó, pero Troyansky volvió a patear por adelantamiento y anotó. Boca perdió 2-1 y estalló de bronca.
Todo Boca explotó de enojo en el final del partido en La Bombonera. Es que, en la última jugada, el árbitro cobró penal para Unión a instancias del VAR, Javier García desvió el remate y, por haberse adelantado, debió ejecutarse nuevamente. Otra vez Franco Troyansky se hizo cargo, esta vez lo convirtió y el partido terminó 2-1.
No solo fue el accionar del cuerpo arbitral lo que generó el fastidio boquense, sino el festejo del ‘Polaco’, que mostró el dorsal de la camiseta en el festejo del gol y provocó que los dirigidos por Battaglia se le fueran al humo.
En esa falta sobre el final del tiempo de descuento, Yael Falcón Pérez había cobrado tiro libre al borde del área y expulsado a Carlos Izquierdoz por la infracción. No obstante, la tecnología advirtió que el contacto fue adentro y determinó que fuera disparo desde los once metros.
Más allá de lo que sucedió en el epílogo, Boca no había hecho mayores méritos para la victoria. De hecho, comenzó perdiendo por un tanto de Daniel Juárez desde los doce pasos por una falta de Campuzano sobre Machuca a los 24 minutos.
De igual manera, el Xeneize lo había empatado a falta de cinco para el cierre de la primera etapa, también de penal. Eduardo Salvio, uno de los mejores del tramo inicial, cambió por gol el penal que le cometieron a Cristian Medina y puso el 1-1 parcial.
Sin embargo, para el complemento a Bataglia no le quedó otra que llamar a los titulares y cambiar el equipo para buscar la solidez que necesitaba. Pero lejos estuvo el local de hacerle daño al Tatengue y lo terminó perdiendo en el último suspiro.
Boca perdió la chance de subirse a lo más alto de la tabla de la Liga Profesional, dejó puntos en el camino ante Unión en condición de local y no cumplió con las expectativas. Justo antes del duelo ante Corinthians por la Copa Libertadores.
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