El Globo y el Ciclón volvieron a mostrar un pobre nivel y empataron sin goles en el derby en Parque Patricios. Los dos quedaron lejos de la zona de clasificación.
Los clásicos son partidos aparte, especiales, donde hay una motivación extra, pero Huracán y San Lorenzo volvieron a mostrar un nivel flojísimo como en todo este inicio de año y empataron sin goles en un derby con pocas emociones en Parque Patricios.
En un partido que se caracterizó por entradas fuertes y más lucha que juego, el Globo fue levemente mejor en el primer tiempo. Por el buen nivel de los chilenos, Rodrigo Echavarría y William Alarcón, el local ganó más duelos en el mediocampo y llegó con peligro en un puñado de jugadas protagonizadas por el activo Ignacio Pusseto.
De todas maneras, pese a ser superior Huracán no pudo abrir el marcador en el primer tiempo por la excelente actuación de Gastón Hernández, defensor de San Lorenzo, que salvó tres veces a su equipo. Primero, rechazó una pelota que dejó suelta en el área el arquero Facundo Altamirano a los 11 minutos tras fallar cuando la fue a buscar arriba.
Luego, Hernández, con unos reflejos y rápida acción, sacó a los 28′ una pelota en la línea que iba a ser gol en contra de Malcom Braida, quien en el intento de despejar un centro por la izquierda casi la mete en su arco. Por último, unos minutos después, Jhohan Romaña dio un mal pase y cuando Pusseto se iba para el mano a mano cortó la jugada con una barrida limpia.
Ojo, esas fueron las únicas tres claras del local en los primeros 45 minutos. ¿Y San Lorenzo en el primer tiempo? Poquísimo. No armó ninguna jugada colectiva y no pateó al arco. Solamente tuvo un tiro de Nahuel Barrios que se fue por arriba del travesaño. Necesitó más participación del Perrito y apostar más al juego y menos al pelotazo.
Tal es así que Rubén Darío Insúa metió dos cambios en el entretiempo para el segundo tiempo: Gastón Campi e Iván Leguizamón por Agustín Giay y Diego Herazo. Y las modificaciones y la voz del gallego en el vestuario sirvieron porque San Lorenzo empezó a jugar al menos un poco y fue levemente mejor al Globo en el complemento.
De hecho, la hinchada del local, que en el primer tiempo se la pasó ovacionando a Pussetto, cantó «Huracán movete, dejá de joder» en el segundo tiempo y Rubén Darío Insúa pidió «a jugar, a jugar» cuando vio ventajas en el juego de su equipo, que lo escuchó, pero no lo pudo aprovechar…
Huracán y San Lorenzo lograron el pobre objetivo que parece que se plantearon probablemente un poco de manera consciente y otro poco de manera inconsciente: no perder el clásico. Pero sumaron un punto que no le sirve a ninguno y profundizan su mal momento futbolístico.
El Globo quedó 11° sobre 14 equipos con 5 puntos en 7 fechas y puede hasta terminar la fecha en el último puesto de la Zona A de la Copa de la Liga. Por su parte, el Ciclón está 8° con 7 puntos y también puede bajar más puestos en la Zona B del certamen. Ambos quedaron lejos de la zona de clasificación.
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