25 noviembre, 2024

Novak Djokovic jugó contra las vacunas y perdió: fue expulsado de Australia

El número 1 del mundo luchó hasta donde pudo, chocando con la férrea posición del gobierno australiano sobre riesgos y covid. Entre los jugadores solo Nick Kyrgios lo apoyó abiertamente, pero Nadal y otros jugadores le dieron la espalda. Ya dejó el país.

Novak Djokovic se preparaba este domingo a abandonar Australia, luego de haber perdido la batalla legal que intentó contra su deportación, ordenada por el gobierno, que consideró que el número uno mundial del tenis representaba un «riesgo para la salud» por no haberse vacunado contra el covid-19.

La decisión, tomada por unanimidad por los tres jueces del tribunal, echa por tierra definitivamente las esperanzas del serbio de 34 años de ganar su 21º título de Grand Slam, un récord, en el Abierto de Australia, que comienza el lunes.

«Estoy muy decepcionado», dijo Djokovic en un comunicado. «Respeto la decisión del tribunal y cooperaré con las autoridades pertinentes en relación con mi salida del país», añadió.

«Ahora voy a tomarme un tiempo para descansar y recuperarme», dijo el jugador, cuya carrera podría verse gravemente afectada tras el fallo. Djokovic obtuvo permiso para salir del centro de detención en el que fue internado el sábado y vio la audiencia de cuatro horas por internet desde las oficinas de sus abogados en Melbourne.

En sus conclusiones ante el tribunal el sábado, el ministro de Inmigración Alex Hawke había argumentado que la presencia de Djokovic en el país era «probablemente un riesgo para la salud».

Dijo que fomentaba el «sentimiento antivacunas» y podría disuadir a los australianos de recibir vacunas de refuerzo a medida que la variante Ómicron se extiende rápidamente por el país.

La presencia del campeón en Australia podría incluso «provocar un aumento de los disturbios civiles», dijo el ministro Hawke.

 Aunque calificó de «insignificante» el riesgo de que el propio Djokovic infecte a los australianos, el ministro dijo que su «desprecio» de las normas sanitarias contra el covid-19 constituía un mal ejemplo. El domingo, en el tribunal, los abogados de «Djoko» calificaron de «ilógica», «irracional» e «irrazonable» la detención y posible deportación de su cliente.

Pero no lograron convencer a los tres jueces del Tribunal Federal, que rechazaron por unanimidad el recurso, sin posibilidad de apelación.

Novak Djokovic fue detenido a su llegada a Australia el 5 de enero y puesto inicialmente en detención administrativa. El jugador, que contrajo el covid-19 en diciembre, esperaba una exención para entrar en el país sin estar vacunado, pero las autoridades no aceptaron esta explicación.

El gobierno australiano sufrió un humillante revés el 10 de enero, cuando un juez bloqueó la deportación de Djokovic, restableció su visado y ordenó su liberación inmediata. Pero el Ministro de Inmigración contraatacó el viernes y canceló su visado por segunda vez en virtud de sus poderes discrecionales, alegando «razones de salud y orden público».

En un comunicado publicado el miércoles, el tenista admitió haber rellenado incorrectamente su declaración para entrar en Australia. El 86 veces campeón de la ATP, que fue visto en Serbia y España en las dos semanas anteriores a su llegada, alegó un «error humano».

Los australianos soportan desde hace casi dos años algunas de las restricciones más duras del mundo contra el covid-19.

 Además, con la perspectiva de elecciones en mayo, el contexto político estaba muy cargado. En los últimos días aumentó la presión sobre el primer ministro conservador Scott Morrison, al que la oposición laborista ha acusado de «incompetencia».

El gobierno australiano celebró el domingo de su victoria legal. «La sólida política de protección de fronteras de Australia nos ha mantenido a salvo durante la pandemia», dijo el ministro de Inmigración, Alex Hawke, en un comunicado.

«Los australianos han hecho grandes sacrificios para llegar a este punto y el gobierno de Morrison está firmemente comprometido a proteger esa posición», añadió.

El caso de Djokovic también se siguió de cerca en Serbia, donde «Nole» está considerado un héroe nacional. El viernes, el presidente Aleksandar Vucic acusó a Australia de «maltratarlo».

Este es el texto íntegro del comunicado de Novak Djokovic después de que el Tribunal Federal australiano rechazara el domingo su recurso contra la anulación de su visado: «Me gustaría hacer una breve declaración tras la audiencia de hoy [domingo] del Tribunal [Federal australiano]. Ahora voy a tomarme un tiempo para descansar y recuperarme, antes de hacer otros comentarios.

Estoy extremadamente decepcionado por el fallo del Tribunal de desestimar mi recurso contra la decisión del ministro de Inmigración de cancelar mi visado, lo que significa que no puedo quedarme en Australia y no podré participar en el Open de Australia.

Respeto el fallo del Tribunal y cooperaré con las autoridades competentes en relación a mi salida del país.

Me molesta que la atención se haya centrado tanto en mí estas últimas semanas, y espero que ahora todos podamos centrarnos en el juego y el torneo que amo. Me gustaría desear buena suerte a los jugadores, los responsables del torneo, el personal, los voluntarios y los espectadores del torneo.

Finalmente, me gustaría agradecer a mi familia, mis amigos, mi equipo, mis seguidores, mis fans y mis compatriotas serbios su apoyo permanente. Todos fueron una gran fuente de fuerza para mí».

La ATP cuidó las formas: «Esto pone fin a una serie de hechos profundamente desafortunados».

 Mientras tanto, la ATP, que gestiona el circuito profesional masculino de tenis, consideró este domingo que la expulsión de Novak Djokovic de Australia «pone fin a una serie de hechos profundamente desafortunados».

«La decisión emitida hoy (domingo) de confirmar la anulación de la vida australiana de Novak Djokovic pone fin a una serie de hechos profundamente desafortunados», escribió la ATP, que añadió que las decisiones «relativas a cuestiones de salud pública deben ser respetadas» pero que «la ausencia (de Djokovic) en el Open de Australia es una pérdida para el tenis».

El que está furioso con la decisión es el presidente serbio Aleksandar Vucic consideró este domingo que las autoridades australianas se «humillaron a sí mismas» al decidir la expulsión del N.1 del tenis mundial Novak Djokovic luego de un largo culebrón sobre su visa.

«Creen que con diez días de malos tratos humillaron a Djokovic», dijo el presidente serbio a la prensa local. «Se humillaron ellos mismos, Djokovic puede regresar a su país con la cabeza alta y mirar a todo el mundo de frente a los ojos», agregó.

El Tribunal Federal de Australia rechazó el recurso del serbio de 34 años, por el que pretendía evitar su expulsión del país y poder así conquistar el Abierto de Australia, que comienza el lunes.