¡Partidazo en Avellaneda! Racing y Tigre empataron 2-2

Racing igualó en el Cilindro y continúa sin victorias al cabo de tres fechas. Maxi Romero y Hauche anotaron para la Academia, y Leizza y Retegui en la visita.

Racing Club, que comenzó el año ganando la Supercopa Internacional ante Boca pero que en el arranque de la Liga Profesional sigue sin poder ganar, empató 2-2 contra Tigre en el Cilindro de Avellaneda, en el marco de la tercera jornada.

Si algo prometía de antemano el enfrentamiento era un partido con dos equipos que vayan para adelante. Y esa venta en la previa no defraudó a los espectadores: académicos y matadores ofrecieron buen ritmo, ataque, presión, posesión y predisposición a hacer daño en las áreas.

Asfixiar la zona media era la premisa de ambos. El que consiguió ser productivo de arranque con esa fórmula fue el local, que a los 12 minutos la recuperó en la mitad de la cancha, avanzó a toda velocidad con el traslado de Matías Rojas, luego Gabriel Hauche la tomó por izquierda y levantó un centro perfecto a la cabeza de Maximiliano Romero, que con un frentazo la clavó en el ángulo.

Pero le duró poco la alegría del primer gol del campeonato a Racing, porque el conjunto de Victoria se inclinó a buscar el empate inmediatamente, forzó un córner y de esa pelota parada llegó un cabezazo de Braian Leizza que, si bien Arias logró salvarla, el árbitro cobró la anotación tras la revisión del VAR.

De movida en el segundo tiempo el equipo de Gago volvió a ponerse en ventaja por intermedio de Gabriel Hauche. Luego de un pase atrás de Maxi Romero, que se había quedado sin ángulo para definir ante la salida de Marinelli, el Demonio mandó a Tigre a sacar del medio.

Cuando el dueño de casa terminaba de acomodarse tras los festejos, Tigre rugió otra vez y empató nuevamente. Mateo Retegui, infalible como él solo, definió de volea ante la salida de Arias y concretó el 2-2.

El gran protagonista de la parte final fue el guardameta matador Gonzalo Marinelli, que se encargó de sostener su valla para que Racing siga sin poder festejar una victoria al cabo de tres fechas.