Una Selección Argentina desconocida, sin ninguna virtud, cayó por 2 a 1 con Arabia Saudita y complicó su clasificación a octavos de final. Comenzó ganando y se lo dieron vuelta.
Sorpresa absoluta: la Selección Argentina perdió por 2 a 1 con Arabia Saudita en la mañana de este martes en su debut en el Mundial de Qatar. El equipo de Lionel Scaloni comenzó ganando con un gol de Lionel Messi, de penal, a los nueve minutos cobrado tras revisión en el VAR (agarrón a Leandro Paredes en el área) pero luego, el equipo asiático, en un gran arranque en el complemento, se lo dio vuelta con tantos de Saleh Alshehri, antes de los dos minutos, y de Salem Aldawsari, a los ocho (golazo). Después, aguantó a la Albiceleste y se llevó un triunfazo. Un papelón de Argentina, que no jugó a nada y quedó sin margen de error para lograr la clasificación a octavos.
Se vio una Selección Argentina desconocida: sin juego, imprecisa, sin intensidad y con niveles individuales bajísimos. Además, sufrió mucho del orden y la sincronía de la defensa de Arabia que dejó un millón de veces en offside a los atacantes argentinos: de hecho, Lionel Messi anotó otro tanto y Lautaro Martínez por duplicado, pero estaban adelantados. Sí, tres goles anulados por offside, por mérito del rival y también, hay que decirlo, ansiedad y desconcentración de sus posiciones de los argentinos. Pero, más allá de los goles, lejísimo estuvo el equipo de Scaloni de en algún momento dominar la posesión y/o controlar el partido ante un rival flojo…
Al Dibu le patearon tres veces y le hicieron dos goles, al Cuti Romero, quien se destaca en la Premier League por su fuerza en las disputas, le ganó la posición un jugador que juega en el Al-Hilal, del fútbol de Arabia Saudita. ¿Estaba al 100% físicamente? Scaloni lo sacó al comienzo del complemento, junto a Leandro Paredes y el Papu Gómez. Entraron Lisandro Martínez, Enzo Fernández y Julián Álvarez en su lugar y la Selección fue y fue, pero porque Arabia se metió en su mitad de campo y además sin ideas. No hubo un cambio en el funcionamiento del equipo. Buscó el empate con más ganas que juego y no lo consiguió por faltas de ideas y una destacada defensa, muy férrea y física.
Es difícil encontrar algo para destacar de la Selección Argentina, porque no hay nada. Argentina fue 11 jugadores en cancha, que nunca tuvieron, ni individualmente ni grupalmente, reacción futbolística en el encuentro (y eso que se añadieron casi 15 minutos en el ST), y Arabia un verdadero equipo, con mucho compromiso y entrega. El equipo asiático le cortó el invicto de 36 partidos a la Argentina, que, de no haber sido derrotado esta mañana, hubiera llegado a 37 y empatado la racha récord de Italia. Ahora, el sábado México y el miércoles, Polonia. Ojalá vuelva a aparecer ese equipo que rompió la racha de 28 años sin títulos, que conquistó la Copa América a la Maracaná, la Scaloneta, a la que hoy se le pinchó las ruedas.
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