25 noviembre, 2024

Qatar prohibió la venta de cerveza en los estadios de la Copa del Mundo

La FIFA confirmó la medida tras la presión de la familia real del país anfitrión que afecta principalmente a la marca Budweiser, que es uno de los más importantes del torneo

Qatar prohibió la venta de cerveza en los estadios de la Copa del Mundo, tan solo 48 horas antes del inicio de evento deportivo más importante.

La familia real del país presionó a la FIFA quien confirmó la medida y que los pone en serios problemas con los patrocinantes, en especial con la marca Budweiser, que es uno de los más importantes del torneo y que tiene un acuerdo de promoción multimillonario con el organismo organizador, según publicó el medio británico Daily Mail.

Tras la confirmación, la FIFA publicó un comunicado en redes sociales en él explica la situación sobre las ventas de cerveza en los estadios del Mundial.

“Tras las conversaciones mantenidas entre las autoridades del país organizador y la FIFA, se ha tomado la decisión de centrar la venta de bebidas alcohólicas en el FIFA Fan Festival, otros lugares de encuentro de los hinchas y los locales que dispongan de licencia para ello, y eliminar los puntos de venta de cerveza del perímetro de los estadios de la Copa Mundial de la FIFA Qatar 2022″, publicaron en el sitio web.

“No se verá afectada la venta de Bud Zero, (el producto sin alcohol de la marca) que seguirá estando disponible en todos los estadios mundialistas de Qatar”, agregaron.

El comunicado continuó diciendo que: “Las autoridades del país organizador y la FIFA seguirán velando por que los estadios y sus zonas adyacentes ofrezcan una experiencia agradable, respetuosa y placentera a todos los aficionados”.

El medio estadounidense The New York Times reseñó que, la medida provino de los niveles más altos del Estado de Qatar, en la que exigen que las carpas de cerveza deben ser removidas y que no habrá discusión al respecto.

Budweiser, patrocinador principal del evento, podría exigir una indemnización millonaria al torneo, al no recibir la visibilidad requerida y no poder vender sus productos en los estadios.

Qatar es un país en el que el consumo de alcohol está muy restringido y apenas se puede consumir en algunos hoteles de Doha. Durante la disputa de la Copa del Mundo esta normativa se ha relajado, pero sigue sin poder comprarse alcohol en supermercados, además de sus precios elevados, con un litro de cerveza por encima de los 15 dólares.

Para poder hacer frente al torneo, en los hoteles, ‘fan zones’ y estadios se han habilitado ‘happy hour’ y se ha permitido la venta de alcohol, aunque con restricciones, para que la gente no pueda comprar más de dos cervezas al mismo tiempo.

Según la citada fuente, es probable que los aficionados sean avisados antes del partido inaugural, el Qatar-Ecuador, que no pueden consumir cerveza.

Consumir alcohol es legal para los no musulmanes de más de 21 años, pero es algo que está estrictamente regulado en las calles del país.

Está prohibido llevar alcohol en las maletas, incluso aunque se haya comprado en “duty free”. Los residentes pueden adquirir en una tienda autorizada al respecto, pero no los visitantes. Los visitantes pueden beber en la mayor parte de los hoteles internacionales, donde una cerveza o un vaso de vino pueden costar unos diez dólares y un cóctel más de quince.

Previamente estaba previsto que los puestos de venta de cerveza abrieran alrededor de los estadios a tres horas del inicio de los partidos y cerrarán treinta minutos antes del inicio de los partidos y que luego reabrirán durante una hora después del pitido final.

Las drogas son igualmente ilegales. “Contemplan una sanción severa (prisión, multa, expulsión del país) por posesión, incluso en cantidades reducidas”, advierte la embajada del Reino Unido a sus nacionales.

La embajada de Estados Unidos recomienda igualmente verificar la legalidad de sus tratamientos médicos, “en particular los estimulantes y los analgésicos potentes”, y viajar con la prescripción médica.

También se recomienda no importar carne de cerdo o productos que puedan ser “percibidos como pornografía” (vídeos o juguetes sexuales).