Racing dio vuelta un partido increíble y sueña más que nunca

Con un segundo tiempo impecable, Racing remontó un 3-1 y lo terminó ganando 4-3 para quedar como escolta de Atlético Tucumán a tan solo un punto de distancia.

El cambio de actitud después del entretiempo fue la clave de Racing para revertir un resultado que tenía olor a despedida en la lucha por el título. Con un Emiliano Vecchio decisivo, que ingresó en el complemento e hizo cumplir la ley del ex antes de asistir para el empate parcial, el equipo de Fernando Gago dio una muestra de carácter y ganó 4-3 con un gol agónico de Aníbal Moreno.

En el duelo de académicos, el que hizo escuela en el primer tiempo fue Rosario Central. A pesar de que empezó cuesta arriba por la apertura tempranera del local, lo dio vuelta en una ráfaga y pasó por arriba al conjunto albiceleste con tres goles, uno mejor que el otro, para irse a los camarines con una cómoda ventaja.

Carlos Alcaraz, a los siete minutos, anotó el primero del encuentro con mucha fortuna: la pelota le rebotó en la pierna en un despeje sobre la línea y se le metió a Jorge Broun. Sin embargo, en cinco minutos remontaba el Canalla.

A los 19 minutos, Facundo Almada cabeceó entre los centrales, cinco después Facundo Buonanotte culminó por el segundo palo una gran contra rosarina y a los 33 Alejo Veliz anotó un gol de fútbol playa. Toquecitos por arriba, movimientos y cabezazo del pibe para el 3-1.

Tras el descanso, apareció el fútbol y el partido en Avellaneda se transformó en un verdadero espectáculo. Entraron Vecchio y Johan Carbonero y le dieron otra chispa al dueño de casa.

A los 65 minutos, el ex rosario Central ensayó una especie de volea cayéndose al césped y achicó la distancia, mientras que 120 segundos después metió un centro perfecto a la cabeza de Maximiliano Romero para la igualdad.

El empate era justo y hasta le daba cierta tranquilidad a Racing. Pero no se conformó la formación de Pintita y en tiempo cumplido Aníbal Moreno desató la locura de todo el Cilindro con el 4-3 para poner a los de Avellaneda como escoltas y a soñar más que nunca.