Con goles de Correa y Matías Rojas, Racing venció al Decano 2-0. Fernando Gago festejó por primera vez tras dos caídas al hilo y La Academia volvió a las Copas.
Lo de Racing en Tucumán fue un desahogo total. De una vez por todas, el equipo de Avellaneda se sacó de encima la pesada mochila que arrastraba por no ganar y consiguió sumar de a tres por primera vez con Fernando Gago como entrenador, ante Atlético, el estadio José Fierro, por la vigésima fecha de la Liga Profesional.
Después de cerrar un primer tiempo sin remates al arco ni jugadas de gol, las alegrías de La Academia llegaron el en complemento por intermedio de una media vuelta de Javier Correa dentro del área luego de una serie de rebotes y un centro de Matías Rojas que terminó metiéndose por el segundo palo del arquero Cristian Lucchetti.
Con este resultado, Gago se deshizo de una racha de ocho partidos sin ganar como DT (venía de seis sin vencer en Aldosivi) y dejó atrás las dos derrotas que sufrió al mando de Racing en el comienzo de su ciclo. Además, puso al equipo otra vez en el último puesto de la zona de Copa Sudamericana con 47 puntos en la tabla general, desplazando a Defensa y Justicia.
Mientras tanto, Atlético Tucumán sigue sin encontrar el rumbo con Pablo Guiñazú y ya lleva cuatro encuentros sin ganar a las órdenes del Cholo desde su llegada.
Racing se lo llevó por haberse animado a romper el hielo en el segundo tiempo, porque sus primeros 45 minutos fueron un fiel reflejo al desconcierto que lo depositó en Tucumán con una crisis futbolística. Pese a su dominio de pelota e intentos por salir claros desde abajo, la formación de Gago no fue productiva ni generó peligro al cabo de la primera mitad.
Para la parte final, se mostró menos prolijo, pero más agresivo. Empezó con un pelotazo largo a Copetti que no pudo empujar de frente al arco y con un cabezazo del delantero que pasó por arriba del travesaño, y continuó con una serie de llegadas que derivaron en ese tan ansiado grito de gol.
A los 59, Javier Correa estuvo más atentos que todos en el área y metió una rápida media vuelta tras un rebote en Eugenio Mena para enviar la pelota al fondo de la red y encaminar la victoria. Y tan solo tres más tarde, con ese mismo envión, el paraguayo Rojas desbordó por izquierda, tiró un centro pinchado y la pelota se coló por el caño más lejano del Laucha.
Recibió poco daño, resistió y se quedó con una victoria más que necesaria para mantener con vida sus ilusiones de tener roce internacional el año que viene. Pero, lo más importante, la era de Gago puso primera. Ahora falta que se acostumbren.
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