River empató con Estudiantes y ahora lidera con menos ventaja

Rojas abrió la cuenta para River al final del primer tiempo y al inicio del complemento el Pincha lo empató por Leandro Díaz. El Millo quedó a siete de la «T».

El UNO, protagonista total de una noche de alto voltaje: los «uno» de ambos equipos fueron figura, el empate en uno fue el resultado total, 1 y 57 el escenario y uno es el puesto que sigue ocupando River después de quedar a mano frente a Estudiantes, aunque ahora con una diferencia de 7 puntos respecto de su máximo perseguidor, Talleres de Córdoba.

El Millonario pasó una prueba de fuego en La Plata, sufrió en el segundo tiempo y se sostuvo gracias a las certeras intervenciones de Franco Armani, que tuvo una noche en modo 2018, cuando demostró su mejor rendimiento con La Banda.

Logró pegar antes de irse al descanso con un cabezazo letal de Robert Rojas al primer minuto de adición en el periodo inicial, pero al complemento salió dormido y el Pincha le dio un golpe bajo justo cuando Enzo Pérez se equivocó en el fondo. El autor de la igualdad fue Leandro Díaz, a los 5 minutos, tras definir frente al arquero del Millo de cara a los tres palos.

Con este resultado, el equipo de Marcelo Gallardo ahora manda con 43 unidades, a siete de diferencia de Talleres, que el sábado derrotó a Huracán en Córdoba y termina la decimonovena fecha acortando la distancia en la pelea del campeonato.

Estudiantes salió decidido a darle a River un poco de su propia medicina y plantarse en campo rival con una notable intensidad. Los primeros minutos le pertenecieron al equipo del Ruso Zielinski, que intentó presionar al Millonario, cortarle los circuitos y no dejarlo sentir cómodo. Y con esa intención de llevárselo por delante, nació la primera clara: Del Prete desbordó por izquierda, tiró el centro atrás, Godoy la conectó de frente y Armani, con el pie, evitó el grito.

A los 18, respondió el conjunto de Gallardo. Julián Álvarez encaró por la banda derecha, llegó hasta el fondo y envió un centro rasante al medio que Benjamín Rollheiser no llegó a empujar debajo del arco. Si bien no fue clave para ponerse en ventaja, esta llegada marcó la tendencia de un crecimiento del Millonario desde el juego, sostenido por Enzo Pérez en el medio y distribuido por Enzo Fernández.

A partir de allí, el partido fue de River, que empezó a manejar la pelota y ser más punzante arriba con Álvarez y Rollheiser activos e incontrolables para la defensa Pincha. Producto de esa supremacía, la Banda empezó a convertir en figura a Mariano Andújar, que le tapó los disparos a Agustín Palavecino y Araña Álvarez.

Para el primer grito, el Millo tuvo que esperar hasta el final del primer tiempo. En el descuento, Agustín Palavecino elevó un centro desde la izquierda y se la puso como con la mano a Robert Rojas, que metió un frentazo letal de pique al piso para abrirle el camino al conjunto del Muñeco e irse en ventaja al descanso.

Sin embargo, al volver al campo, no le duró mucho la alegría al puntero del torneo, que arrancó dormido y una serie de descuidos le costaron la igualdad del Pincha y un puñado de ocasiones de peligro que Franco Armani despachó. La igualdad llegó en apenas cinco de la segunda parte, cuando Leandro Díaz quedó frente al arquero Millonario en la altura del punto penal y la tocó por abajo.

El desenlace del encuentro no fue sencillo para los de Núñez. Le costó llegar a la zona de Andújar y cada vez que lo hizo -generalmente gracias a Álvarez- no pudo terminar la jugada en el área, tal como le pasó a Romero, que tuvo el segundo servido, pero la tiró por arriba. Después, a los 28, Ayala tiró el pelotazo largo, Leandro Díaz quedó frente a frente y esta vez el Pulpo le ganó el desafío con una respuesta a guante firme.

De ida y vuelta, con una intensidad marcada por dos equipos grandes que no querían regalar un centímetro, el resultado se mantuvo de la misma manera y terminaron quedando a mano. En líneas generales, un buen punto para el Millo en medio de un hostil escenario. Mismo sabor para el Pincha que, pese a no poder cortar su racha de siete partidos sin ganar, demostró un buen rendimiento nada menos que contra el mejor del torneo.