Paradela y Romero marcaron en una ráfaga durante el primer tiempo con dos genialidades. Lanús descontó y River sufrió. Tensión entre Gallardo y De La Cruz.
Noche de golazos, enojos, fastidios y sufrimiento pasó River en el Monumental. El Millonario ganaba cómodo por dos magníficas definiciones de José Paradela y Braian Romero, pero Lanús descontó antes del descanso y le hizo sentir el rigor al local en el complemento, aunque no le alcanzó y terminó perdiendo 2-1 y con nueve jugadores.
El partido se desbloqueó a los 20 minutos con una situación muy particular: un enojo de Gallardo con De La Cruz y un cambio a modo de ‘reto’ que le dio rumbo al equipo.
El uruguayo había recibido un golpe promediando el cuarto de hora. Jugó unos minutos con muestras de dolor y en un momento dado, el DT le preguntó si estaba bien. La respuesta no le gustó al Muñeco, que sin dudar se dio vuelta y llamó a Esequiel Barco.
El ex Independiente entró y en una de las primeras que tocó comandó una contra que continuó Enzo Fernández y cerró José Paradela desde la derecha con un zurdazo a colocar que se ubicó en el palo más lejano de Fernando Monetti para el 1-0, a los 25 minutos.
Y a los 32, otra vez el ingresado fue clave. Esta vez tocó de memoria con Elías Gómez, el lateral tiró el centro rasante, Paradela metió un taco y Braian Romero, tras controlar de espaldas, ensayó una media vuelta que clavó al fondo de la red.
Antes del cierre del primer tiempo, el Grana llegó al descuento apelando a la inexorable ley del ex. Lautaro Acosta, tras una gran jugada de Tomás Belmonte, la empujó abajo del arco y estampó el 2-1. Jugada aislada, pero que valió oro para que los del Sur encuentren agua en el desierto.
Esa esperanza le permitió a los de Almirón creerse que podían empatar. Laucha Acosta, con un centro que no llegó a concretar, y Tomás Belmonte, con un disparo desde afuera que atajó Armani, acariciaron el dos a dos. River, por un tiro de Barco que dio en el palo, también pudo estirar.
Sobre el final, el Grana se fastidió y terminó con nueve por las infantiles expulsiones de Matías Pérez y Brian Caraballo. Entonces el Millo se terminó quedando con una ajustada pero necesaria victoria para acomodarse arriba y llegar de buen ánimo al choque con Vélez, programado para el miércoles.
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