Con un gol de Juanfer Quintero a los 72 minutos y otro de Robert Rojas a los 75, River venció a Newell’s 2-0 en el Coloso Marcelo Bielsa.
El ingreso de Juan Fernando Quintero fue la llave que desbloqueó un partido que a River le costó más de la cuenta. El colombiano entró tras el descanso, aprovechó un regalo de Mauricio Arboleda y abrió la cuenta a los 27 del segundo tiempo. Mientras que tres más tarde, Robert Rojas amplió con el envión por otra floja respuesta del arquero de Newell’s.
De esta manera, el conjunto de Marcelo Gallardo se impuso por 2-0 en el Estadio Coloso Marcelo Bielsa por la tercera fecha de la Copa de la Liga Profesional y se posiciona como escolta en la Zona A, detrás del líder Platense, (7) con una cosecha de seis puntos.
Las piezas del partido se fueron armando de a poco. River, con su intención de presionar alto y atosigar a la defensa leprosa, incomodó al dueño de casa. Newell’s, por su parte, dispuesto a no entregarle el cuero a los de Gallardo y poco amenazante. Producto de un juego sin claridad y desconexiones colectivas el en ataque, el primer tiempo casi no ofreció situaciones de gol.
Recién a los treinta minutos el conjunto de Núñez empezó a desplegar su sello. Enzo Fernández y Esequiel Barco armaron la contra por la izquierda, el ex Independiente tiró el centro al punto penal y por allí la encontró Santiago Simón, que con una media vuelta ensayó un disparo que se estrelló en el poste.
En el segundo tiempo se pudo observar a un River más protagonista y de mayores méritos para la apertura del marcador. Con el ingreso de Juanfer Quintero tras el descanso en reemplazo de Tomás Pochettino sumó peso en zona de gestación.
Y apenas dos minutos después de volver de los vestuarios, el palo volvió a decirle que no al elenco de Gallardo: Elías Gómez llegó hasta el fondo, envió el centro atrás y Enzo Fernández, con un tiro a colocar, hizo sonar el caño derecho de Arboleda.
Barco fue otro de los que aportó su cuota de peligrosidad en las intenciones ofensivas de la visita. A los 20, tuvo su oportunidad cuando Julián Álvarez abrió para la izquierda y el nuevo refuerzo de Núñez pateó a los guantes de Arboleda.
Hasta ese momento, River tenía argumentos de sobra para destrabar el partido. Logró conseguirlo en una ráfaga, con dos flojas intervenciones de Mauricio Arboleda.
A los 72, el arquero salió lejos a recibir un pase atrás, dejó corto el despeje y le regaló el gol a Quintero, que abrió el pie zurdo y de primera la mandó al fondo del arco. A los 75, respondió frágil a un disparo de Rojas y la pelota se le metió.
La Lepra, rendido a los pies de La Banda, atónito por esos dos golpes y rengo por la lesión de Leonel Vangioni a quien no pudo suplir por haber agotado los cambios, trató intermitentemente de descontar, pero apenas llegó a Armani.
River se quedó con tres puntos que al principio vio desde muy lejos. En un abrir y cerrar de ojos lo consiguió, con merecimiento, y saltó al segundo puesto de la zona A con seis puntos, a una unidad del líder Platense.
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