24 noviembre, 2024

River sufrió en Santiago, pero ganó y continúa al acecho

Con goles de Carrascal, Álvarez y Romero, River derrotó 3-1 a Central Córdoba en el Madre de Ciudades. Armani lo salvó varias veces. Sigue a dos de Talleres.

El desafío que atravesó River en Santiago del Estero fue más costoso de lo que pensó. Con Armani como figura y sus delanteros que golpearon en los momentos justos, el Millonario consiguió una sufrida victoria ante Central Córdoba y no le pierde pisada al puntero del campeonato, que tan sólo lo supera por dos puntos al cabo de la décimo tercera fecha de la Liga Profesional de Fútbol.

Jorge Carrascal, a los 31 minutos del primer tiempo, Julián Álvarez, a los 62, y Braian Romero, a los 86, fueron los goleadores del conjunto del Muñeco en el Madre de Ciudades, mientras que Sequeira, con un disparo desde el punto penal a los 70, anotó el único tanto del Ferroviario.

Pagó un precio muy alto River para mantener latente su ilusión de arrebatarle el primer puesto a Talleres. Fue un partido de alto riesgo, que padeció -sobre todo al final- y en el que debió sobreponerse con criterio. Terminó cumpliendo la lógica ante un Central Córdoba que solo resistió media hora el poderío ofensivo del conjunto de Marcelo Gallardo basado en un brillante Jorge Carrascal, a la altura que requiere llevar la camiseta «10» en la espalda, y un Julián Álvarez que está pleno de confianza y sigue demostrando ser la carta ganadora del equipo.

El volante colombiano fue el eje del equipo de Núñez en el ataque, punzante cada vez que tomó la pelota y un peligro constante para el fondo santiagueño, mientras que el cordobés campeón de América fue el dueño de la primera línea de presión, participó del juego, elaboró y se mostró continuamente como opción goleadora.

La intención fue clara desde el comienzo: trasladar bajo la pelota, jugar para sus extremos y buscar a su referencia, Julián Álvarez. Casco y Angileri fueron claves por las bandas, pero esta vez no acudieron tanto al ataque, porque Rondina dispuso a Sequeira y Martínez como lanzas por los carriles y obligó a los punteros de River a retroceder para no dejar espacios que le permitan a los locales llegar al área de Armani.

La intensidad riverplatense derivó en la apertura del marcador a los 30 minutos, tiempo después de que el primer grito quedar mudo en varias oportunidades para los del Muñeco. El gran mérito fue de Álvarez, quien recuperó en la salida, se la birló al defensor desde atrás y le dejó la mesa servida a Jorge Carrascal. El colombiano quedó mano a mano ante el arquero César Rigamonti y no falló. Con el grito prácticamente a su disposición, definió sutilmente al ras del césped para mandarla al fondo de la red.

El complemento fue una pesadilla para el Millo. Sufrió la fuerza de Central Córdoba, de a ratos cedió el dominio y se sostuvo gracias a Armani. No obstante, pegó en los momentos justos y pudo llevarse la victoria. Ya desde el arranque zafó por un disparo cruzado de Milton Giménez que pasó cerca. Después, el golero de River le sacó un cabezazo letal al delantero y otra vez le negó el grito.

Cuando el local era el favorito para marcar el empate, apareció Álvarez y estiró la diferencia. El joven de Calchín le sacó el jugo a un flojo rechazo de un defensor rival y desenfundó un zapatazo desde la medialuna del área que se coló en el ángulo superior derecho de Rigamonti.

Las esperanzas de Central Córdoba volvieron a encenderse a falta de 20 para el final por intermedio de un penal (por mano de Angileri) que Sequeira se encargó de convertir. Sin embargo, Braian Romero, a falta de cuatro minutos, la metió con suspenso para decretar el 3-1 definitivo.

Fundamental victoria de River para mantenerse en la pelea y llegar al Superclásico en alza, nada menos que ante su gente en el Monumental. Talleres no baja los brazos, pero la banda le respira en la nuca cuando promedia la competencia.