Un gol de carambola le permitió a San Lorenzo cambiar de imagen para al final sumar su primer triunfo en la Liga Profesional al derrotar a Central Córdoba 2-0.
A veces la fortuna no acompaña, pero a veces está de tu lado. A San Lorenzo no lo había ayudado en la fecha pasada: le ganaba bien a Arsenal por dos goles y en dos minutos le igualaron un partido que tenía casi asegurado a quince minutos del final.
Pero esta vez, en Santiago del Estero, al Ciclón le sonrío la suerte. Jugaba mal y si no iba en desventaja era simplemente porque Central Córdoba no había encontrado el modo para trasladar al marcador su dominio del desarrollo.
Pero una salida rápida de Nicolás Fernández Mercau le permitió al equipo de Boedo situarse en terreno ajeno y el azar le permitió al juvenil Iván Leguizamón encontrarse con un balón servido dentro del área para dejar sin chances a Cristopher Toselli. Y, aunque quedaba más de media hora, el triunfo ya no corrió riesgo.
Porque de ahí en adelante repuntó el equipo de Rubén Darío Insúa, e incluso en el cierre aumentó la diferencia con un penal anotado por Adam Bareiro que selló el 2-0 definitivo tras una infracción forzada por Leguizamón, quien en poco tiempo se terminó convirtiendo en la figura del partido.
Las buenas intenciones de ambos equipos no se vieron reflejadas en el marcador durante los 45 minutos iniciales en los cuales el conjunto santiagueño manejó por más tiempo el balón y generó alguna situación más que el Ciclón, pero careció de contundencia para resolver frente al arco rival.
Si a Central Córdoba se le complicó de tres cuartos de cancha hacia adelante, a San Lorenzo se le hizo difícil pasar la mitad de cancha. La más clara fue en un contragolpe en el que Malcom Braida se abrió mucho y fue bajado fuera del área por el arquero Toselli.
El anfitrión fue algo más prolijo, pero llegó con claridad una sola vez en una buena acción por izquierda que Renzo López resolvió con un disparo cruzado que Augusto Batalla alcanzó a rechazar hacia un costado. También intentó con disparos de media distancia y estuvo cerca en el inicio con uno de Jesús Soraire que se fue al lado del palo.
El inicio del complemento marcó un mayor dominio del Ferroviario. Sin embargo, sobre los 10 fue San Lorenzo el que se puso en ventaja.
El recién ingresado Leguizamón capturó un rebote en el área y pifio su remate, pero tuvo la suerte de su lado ya que el balón fue a dar a la cabeza de Ezequiel Cerutti, quien se lo devolvió de cabeza para que en el segundo intento ponga el 1-0 con un zurdazo potente.
¿Justicia? No, pero los goles no se merecen, se hacen. Y el equipo de Rubén Darío Insúa, que casi no se había aproximado al arco adversario, no perdonó cuando se le presentó la ocasión.
De ahí en adelante creció San Lorenzo y justificó la victoria, la que aseguró a los 41 con un penal generado por Leguizamón, quien fue empujado en el área por Matías Di Benedetto, y concretado por Adam Bareiro para bajar el telón.
Dio un paso adelante en esos 30 minutos finales el equipo azulgrana, pero aún tiene que mejorar mucho si pretende pelear el campeonato. De todas maneras, hoy está invicto y ahora con un triunfo en su palmarés, como para permitirse soñar.
Central Córdoba, en cambio, dejó puntos como local que pueden terminar costándole caros. Se desmoronó tras la apertura del marcador y no tuvo respuestas para poder nivelar un partido por el que hasta ahí había hecho más méritos que su oponente. Claro, le faltó el gol, casi nada.
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