25 noviembre, 2024

Canje de deuda de YPF: la petrolera consiguió la adhesión del 60% de los tenedores del bono 2021 y evitará el default.

La empresa anunció el resultado exitoso de la renegociación de parte de sus pasivos. Se logró además un nivel de participación de la totalidad de bonos cercana al 32%, con nuevos títulos al 2026, 2029 y 2033 por unos USD 2.100 millones.

YPF concluyó exitosamente su canje de deuda obteniendo la participación del 60% de los tenedores del bono 2021. El plazo venció hoy a las 00 de Estados Unidos.

YPF tenía un horizonte cercano de incumplimiento con un vencimiento por 413 millones de dólares en marzo.

“Habiendo concluido el período de participación temprana para los tenedores del bono 2021 y la oferta de canje para el resto de los bonos elegibles, YPF alcanzó un nivel de participación del bono corto de 60% y de la totalidad de bonos cercana al 32%, resultando en la emisión de nuevos títulos al 2026, 2029 y 2033 por aproximadamente 2.100 millones de dólares”, destacaron allegados a la negociación.

De esta manera, la compañía logra obtener la validación del Banco Central en relación con el requerimiento de refinanciación exigido por la normativa cambiaria toda vez que el ahorro de divisas conseguido para el año 2021, considerando la refinanciación de pagos de capital e interés de todos los bonos que ingresaron al canje, supera el requerimiento de renovar del 60% de su bono con vencimiento en marzo 2021, detallaron las fuentes.

Además, aclararon que “el logro alcanzado por YPF redunda en una refinanciación temprana de pagos de capital e interés acumulado hasta diciembre de 2022 por un total de 630 millones de dólares, liberando recursos que podrán ser destinados a inversiones productivas según el plan dado a conocer semanas atrás”.

Después de un cierre negativo en el día de ayer para el ADR de la empresa en Wall Street (-3,42%), en el pre market de hoy, y antes de conocerse el anuncio, la acción subía 0,03 por ciento.

El ok de los fondos

El arduo camino de la negociación de la petrolera, con idas y vueltas en las últimas semanas –y en medio de un proceso de cambios en la cúpula directiva– comenzó a despejarse el domingo pasado por la noche.

Ese día, por medio de un comunicado oficial, la empresa anunció que extendía el plazo de la negociación para reestructurar una deuda total de USD 6.200 millones y que haría enmiendas “a los términos y condiciones de su oferta de canje modificado y reformulado” las anteriores y con la idea de conseguir apoyo de bonistas que hasta entonces rechazaban su oferta.

Se trataba del grupo representado por el bufete de abogados Clifford Chance, el mismo que nuclea a grandes fondos institucionales como BlackRock y Fidelity y que tenía el 45% de tenencias que vencen este año.

Según se pudo saber el fin de semana pasado, el viernes 5 de febrero YPF había alcanzado un nivel de aceptación global cercana al 30% del total de bonos elegibles. Se esperaba que mañana la empresa informara oficialmente el nivel de adhesión alcanzado en su discutido canje con acreedores externos. “Formalmente, la operación tiene preestablecida una fecha de aceptación que sería el lunes próximo, momento en el que se divulgará el resultado de la propuesta de YPF”, había trascendido al cierre de la semana pasada.

Las principales modificaciones de la oferta que aceptaron los bonistas –con dinero en efectivo ofrecido a los tenedores– tuvo dos tramos:

– Consideración anticipada de cambio para las notas antiguas de 2021: Según se detalló: “serán elegibles para recibir, por cada monto de capital de USD 1.000 de los Bonos Antiguos así presentados, un monto de capital de USD 699 de Pagarés garantizados de 2026 y pago en efectivo de 408 dólares”. Esta es la oferta que aceptaron BlackRock, Fidelity y otros y que alejó a la compañía del default.

– Consideración de cambio tardío para las notas antiguas de 2021: “por cada monto de capital de USD 1.000 de los Bonos Antiguos 2021 así licitados, el monto de capital de USD 824 de los Bonos Nuevos Garantizados 2026 y el pago en efectivo de USD 283”.

En septiembre pasado, el Banco Central restringió el giro de dólares a las empresas para pagar sus deudas, lo que obligó a una reestructuración que no estaba planeada. Ayer, la autoridad monetaria autorizó divisas por unos USD 165 millones, o el 40% de vencimiento de marzo.