La restricción a los dólares para importar celulosa causa problemas en la producción que derivan en desabastecimiento.
En los últimos días, las fábricas de papel están anunciando que en pocos días podría haber faltantes de papel higiénico, servilletas y rollos de cocina debido a las restricciones de dólares para las importaciones de insumos desde el Banco Central.
Los mayoristas reciben mensajes de los proveedores de papel con un oscuro panorama: “Hoy tenemos papel. La semana que viene no sé” y disponen las entregas en cantidades fijas semanales con precios actualizados.
“Los fabricantes de papel ya lo veíamos venir y si esto sigue así, dentro de dos meses vamos a un quiebre muy importante a nivel país en cuanto al tissue. Venimos trabajando con mucha dificultad para importar el producto y el país está realmente muy desabastecido. En estos meses estuvimos trabajando con los stocks de seguridad de nuestras plantas y se están acabando”, sostuvo Juan Merlo, dueño de una fábrica de papel en el Gran Buenos Aires.
En declaraciones a A24, el empresario comentó que “las importaciones de celulosa son muy difíciles de realizar. Esto hace que no haya oferta, los precios son desmedidos y no sabemos para dónde disparar. En la última semana, la materia prima aumentó entre un 22 y 30%, una locura, cuando venía aumentando 10% mensuales”.
“En Argentina hay superproducción de papel tissue y no debería faltar. El problema es la importación de celulosa, la materia prima indispensable para fabricar el papel tissue”, comentó Daniel Rosato, presidente de Industriales Pymes Argentinos (IPA).
Acceso a los dólares
Debido a que el Banco Central no les habilita dólares al precio oficial de casi 130 pesos, las empresas deberían pagar casi 300 pesos en el mercado financiero para comprar el insumo más importante de la industria papelera, con lo cual encarecería fuertemente el producto final.
“A cuánto tengo que vender si mi principal componente lo estoy pagando más del 100% del dólar oficial”, se preguntó Rosato.
Para el presidente del IPA, el problema nace en la discrecionalidad de la autoridad monetaria. “El Banco Central debería liberar los dólares y el Ministerio de la producción tiene que decidir quién debe y no debe importar. Eso lo venimos advirtiendo desde los primeros meses del año. Una medida tendrán que tomar porque muchos exportadores tendrán que dejar de hacerlo”.
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