Los técnicos de la Bolsa de Cereales de Buenos estiman que los altos precios internacionales pesarán más que las pérdidas de volumen por la falta de lluvia.
Las exportaciones agrícolas argentinas superarían este año los US$ 40 mil millones a pesar de la sequía, de acuerdo con la estimación de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires presentada en Expoagro 2022 Edición YPF Agro.
Durante el encuentro «Clima y nuevo escenario mundial: el impacto en la economía agropecuaria argentina» los técnicos de la Entidad cerealista analizaron las principales fuentes de incertidumbre que afectan la campaña actual, especialmente la sequía en Sudamérica y el conflicto en el Mar Negro, y sus consecuencias sobre la contribución del sector a la economía argentina.
El panel inició con el análisis climático de la campaña de Gruesa 2021/22 a cargo del Ingeniero Eduardo Sierra, Especialista en Agroclimatología, quien destacó las adversidades climáticas que enfrentaron los cultivos de verano e indicó que, durante los próximos meses, los efectos de La Niña podrían persistir hasta el final de la campaña.
Con respecto a las perspectivas del ciclo productivo 2022/23, resaltó que el escenario climático apunta a un año neutral más cercano a uno normal tanto en precipitaciones como en temperaturas.
Impacto productivo de la sequía
Ante este panorama, Andrés Paterniti, Analista de Cultivos del Dpto. de Estimaciones Agrícolas de la Bolsa de Cereales, describió la situación de los principales cultivos de verano, con énfasis en los efectos del déficit hídrico sobre las estimaciones iniciales de producción, que ya descontaban un escenario desafiante, y analizó como impactarían las condiciones agroclimáticas de los próximos meses sobre estas cifras.
El especialista mencionó que las altas temperaturas, junto a precipitaciones heterogéneas y por debajo a la media, generaron mermas esperadas en siembras tempranas de hasta un 30% en los núcleos productivos.
En relación a esto, la producción de maíz reportó un recorte de 6 MTn (un 10,5 % por debajo de la estimación inicial de 57 MTn), la producción de soja registro una caída de 2 MTn (una merma del 4,5 % con respecto a la estimación de producción inicial de 44MTn) y la producción de girasol sufrió una reducción de 200 mTn.
La disminución de las cantidades producidas tendrá consecuencias negativas sobre los volúmenes de molienda y exportaciones de granos y subproductos de Argentina. No obstante, los niveles récord de precios internacionales que estamos registrando permitirían compensar la disminución de la producción y resultar en una nueva contribución récord del sector a los principales agregados económicos, subrayó el economista jefe de la Entidad, Agustín Tejeda.
Aporte a la economía
El aporte a la recaudación fiscal alcanzaría los US$ 16 mil millones y el Producto Bruto Agrícola se acercaría a los US$ 48 mil millones. Tejeda destacó que estas estimaciones están sujetas a una alta incertidumbre, no solo por los impactos finales de la sequía sobre nuestra producción, sino especialmente por la volatilidad que registran los mercados internacionales como consecuencia de la invasión rusa a Ucrania.
En un contexto complejo como el que estamos atravesando a nivel local e internacional, serán determinantes políticas que envíen señales claras a los productores de cara al nuevo ciclo productivo, y a nuestros principales socios comerciales, agregó. Finalmente, subrayó la necesidad de continuar trabajando en el desarrollo de una política integral de gestión del riesgo agropecuario.
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