Con las divisas que ingresaron al sistema financiero por el régimen de regularización de activos, las entidades multiplicaron el financiamiento en moneda extranjera. Cuáles son las diferencias entre las distintas organizaciones.
Con impulso de los dólares del blanqueo, el crédito en moneda extranjera lleva 11 meses de crecimiento y su stock acumula un aumento de 143,8% en lo que va del año, de acuerdo con datos del último informe monetario mensual publicado por el Banco Central (BCRA).
Durante la primera etapa de la amnistía fiscal ingresaron unos US$20.000 millones al sistema bancario, que sirvieron como insumo a las entidades para salir a multiplicar el financiamiento en moneda extranjera. Al comienzo, los bancos fueron más cautelosos porque no sabían si las personas que habían adherido al blanqueo dejarían o no esos billetes en las cajas de ahorro especiales una vez que se cumplieran los plazos y pudieran retirarlos.
Al ver que las divisas se mantenían en su poder, las entidades financieras salieron a prestar con más agresividad. Como resultado, en noviembre los créditos en dólares anotaron un crecimiento de 11%.
Los préstamos en dólares tienen varias particularidades en el sistema financiero argentino. La primera es que, desde la crisis de 2001, solamente se puede prestar en moneda extranjera a aquellas empresas que tengan ingresos en esa divisa, es decir, los exportadores. A pesar de eso, en las entidades reconocen un verdadero boom.
“Para ICBC, el crédito en dólares se potenció este año y ya superó los niveles del macrismo. La demanda se mantiene firme y la oferta también. Durante todo 2024 los depósitos en dólares crecieron en forma sostenida, potenciados por el resultado exitoso del blanqueo. Gran parte de los préstamos en pesos migraron hacia créditos en dólares”, explicó Agustin Ibarguren, gerente de Agribusiness de la entidad.
Con respecto a los costos y los clientes, el ejecutivo bancario indicó: “Hoy ofrecemos créditos hasta 4 o 5 años, con tasas que van desde un 4% para plazos cortos hasta un 8% para los más largos. Los principales tomadores de los créditos en dólares son los exportadores y los productores agropecuarios”.
En una entidad colega, en tanto, comentaron: “Sectores como oíl & gas y minería lideran el mercado primario de crédito en dólares y destinan estos fondos a proyectos de inversión productiva. Las tasas que ofrecemos se mantienen competitivas: oscilan entre el 4% y 5% para plazos cortos y entre el 7% y 9% para emisiones de entre 5 y 8 años”.
Interna entre los bancos
El crecimiento de los depósitos en dólares y, como resultado, de los préstamos en moneda extranjera generó una grieta entre los bancos. Mientras que a algunas de las entidades de capitales nacionales les gustaría prestar en dólares a cualquier cliente y evaluar por sí mismos el riesgo que implica, en la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA), que agrupa a las instituciones extranjeras, disienten.
Claudio Cesario, titular de esa entidad empresaria, fue claro al respecto. “Tenemos que evitar que lo aprendido se nos olvide: los dólares se deben prestar a quienes producen dólares. Por eso hoy nadie discute si el sistema financiero es confiable. Construir confianza fue un trabajo de años y de todos los días”, sostuvo en un brindis de fin de año ante la prensa.
En la misma línea, un banco privado le dijo a TN: “Continuamos priorizando la prudencia macroeconómica, ya que aún existen restricciones que deben ser levantadas progresivamente para fortalecer el equilibrio entre los balances en pesos y dólares”.
El conflicto, en todo caso, será dirimido por el Banco Central. Por ahora, en el organismo están lejos de hacer algún cambio en los límites que la política crediticia le pone a los préstamos en dólares.
Una ayuda para las reservas
Las compañías que sacan préstamos en dólares deben liquidarlos obligatoriamente en el mercado para pasarse a pesos. Eso le permitió al Banco Central hacerse de reservas en los últimos meses. “La amplia disponibilidad de dólares, resultado del blanqueo, incrementó aún más la capacidad de otorgar créditos, aunque ya era considerable antes del proceso de regularización de activos”, señaló la consultora LCG y consideró que la continuidad de ese crecimiento dependerá de las expectativas de devaluación.
Al cierre de noviembre, los préstamos en dólares totalizaban US$9000 millones y, si bien el crecimiento es notable, desde Portfolio Personal Inversiones (PPI) consideraron que todavía tienen mucho espacio para seguir creciendo. “En la gestión de Macri, cuando los depósitos privados estaban en niveles similares, este stock rondaba los US$16.200 millones. Por ende, podría haber una oferta potencial de alrededor de US$7300 millones en el mercado oficial”, indicaron.
Desde ICBC, Ibarguren también se mostró optimista: “Suponemos que en 2025 continuará el círculo virtuoso de crecimiento de los depósitos en dólares y creemos que la demanda de los exportadores y productores seguirá firme. Vemos difícil una baja en la tasa, más allá de casos puntuales; hoy el cliente argentino se financia a una tasa menor que una empresa en Estados Unidos”.
“Hay espacio para que el balance de préstamos en dólares crezca, pero el tamaño de nuestra oferta todavía está por debajo de la demanda que podría generar una mayor apertura económica. Es fundamental que se fomente la intermediación financiera, incentivando a los depositantes a repatriar sus ahorros desde cajas de seguridad o el extranjero hacia el sistema financiero argentino”, dijeron en otra entidad.
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