El Gobierno última de los detalles para la presentación del último pago del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), que será para un universo de gente muy inferior a los tres anteriores.
El Gobierno última de los detalles para la presentación del último pago del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), que será para un universo de gente muy inferior a los tres anteriores. Según confirmaron fuentes oficiales a LA NACION, serán unos 2.500.000 de personas los que recibirán el bono de 10.000 pesos, lo que implica una reducción de más de 6 millones de beneficiarios.
Los que mantendrían el beneficio son los jóvenes de 18 a 25 años -todavía en evaluación-, el grupo más golpeado por la falta de trabajo a raíz de la crisis económica que provocó la cuarentena, y las mujeres jefas de hogar sin empleo ni ingresos.
Así, quedarían fuera las personas que cobran la Asignación Universal por Hijo (AUH) -prestación que llega a los hogares de desocupados y trabajadores informales- y la Asignación Universal por Embarazo, monotributistas de las categorías más bajas y el personal de casas particulares. Todos representan al menos dos tercios de los actuales beneficiarios.
Con los números en rojo y en medio de la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) -este martes llega al país la misión encabezada por Julie Kozack y Luis Cubeddu-, la Casa Rosada evalúa el impacto que tendrá el anuncio, que se realizaría en las próximas semanas. La decisión política ya está tomada: la última cuota del IFE se pagará en diciembre; el objetivo central es tener un fin de año sin conflictos sociales.
La razón para la limitación de beneficio es simple: desde el Gobierno aseguran que la economía ya está en funcionamiento, por lo que no hay margen para más asistencialismo. Cada cuota del IFE costó 85.967 millones de pesos, en total se pagaron tres. Con esta disminución, el pago del bono en diciembre representará unos 28.000 millones de pesos.
Uno de los puntos clave de la negociación con el organismo multilateral de crédito, con el que buscará cerrar un nuevo programa económico, estará centrado en el déficit fiscal. Según las proyecciones del equipo del ministro de Economía, Martín Guzmán, en el Presupuesto 2021 se prevé un déficit financiero de 6%, lo que implica un recorte de seis puntos respecto de la caída que tendrá la economía este año.
«Nosotros presentamos un presupuesto que tiene una baja muy importante en el déficit. Pensamos gastar menos porque no tenemos cómo financiarnos, y porque creemos que el año que viene no vamos a necesitar un paquete Covid», explicó ayer en una entrevista con LA NACION la vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca, una de las espadas del presidente Alberto Fernández. En la Casa Rosada siempre se habló del IFE como una medida «excepcional».
Según el Gobierno nacional, la reducción se dará en un escenario donde la economía empieza a mostrar algunos signos de recuperación, aún leves y en algunos sectores, tras la fuerte contracción que provocó un fuerte incremento de la pobreza, que de acuerdo a la Encuesta Permanente de Hogares del Indec afectó en el primer trimestre del año al 40,9% de los habitantes. A eso se sumó un crecimiento del desempleo que se ubicó en el 13,1% al término del segundo trimestre.
Por eso, el Gobierno presentará el cambio con varios anuncios en paralelo. Para los beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo (AUH) y de la Asignación Universal por Embarazo, que representan un tercio de los que cobran el IFE, habrá un aumento de la asignación en diciembre. Hace dos semanas el Gobierno incorporó más de 723.000 los niños, niñas y adolescentes a la prestación, que hoy otorga un monto de $3540 mensuales por menor a cargo.
Además, como confirmó el ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, habrá «un acompañamiento fuerte» a través de un refuerzo de la Tarjeta Alimentar antes de fin de año que, actualmente, representa $4000 para las familias con un hijo y $6000 para los grupos familiares con dos o más hijos.
«El IFE es un bono, la idea es que desaparezca. Cerca de un tercio de la gente ya volvió a trabajar», explicó un hombre al tanto de cada paso que da la administración de Alberto Fernández sobre estos temas.
Este será el cuarto y último pago del Ingreso Familiar de Emergencia, instrumento que se ideó para evitar el colapso de la franja más vulnerable de la sociedad. El primer pago se pagó entre abril y mayo; el segundo, entre junio y julio, y el tercero, en agosto.
Del universo actual, según los datos de la Anses, que lidera Fernanda Raverta, casi 5 millones son mujeres y el rango etario en donde más se concentraron los beneficios es entre los 25 y 34 años; unos tres millones de personas.
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