-Difícil pedirle MÁS a médicos y enfermeros que están en la Primera Línea; cuando nos piden que nos cuidemos y no lo hacemos.
– ¡Difícil exigirle a todo el personal de Sanidad más, cuando del aplauso, pasamos a sentarlos en el banquillo, mientras sigue sobrecargados de horarios y por el mismo sueldo MISERABLE!!
Difícil por otro lado, es no comprender la angustia y la impotencia del que agoniza, sin que se lo asistan correctamente.
Difícil creerte que «todo va bien», cuando a vuelta de página todo está mal. La bipolaridad noticiosa abruma y desconcierta al punto del desquició.
-Difícil, pedirle Más a los Policías, cuando se cierran Comisarías completas por casos Positivos, porque ellos debieron ir a desactivar una farra ilegal, con 100 persona y terminaron contagiados cumpliendo su deber.
-Difícil que no te cierren un negocio, cuando te pusieron un horario y te habilitaron con un fin y terminaste haciendo un boliche de un bar, o atendiendo a puertas cerrados.
– ¡Difícil no contagiarte, cuando te piden que uses barbijo y te resistir, pensando que todos estamos atentos a tu blanqueado dental, en medio de una Pandemia!!
-Difícil que no te metan en cana, cuando te mandas una Fiesta de 15, te filmas, te sacas fotos, ostentas tu bajeza humana mientras el resto encerrado, te ve divertirte irresponsablemente.
¡Difícil es aceptar, que te fuiste de timba siendo funcionario o chapeaste como uno, para ver a tu novia en otra provincia, contagiaste un montón de gente, que con sus impuestos te siguen manteniendo en la función pública!!
-Difícil no insultarte, cuando detienes el paso de un padre, que carga a su hija enferma de Cáncer y dolorida, y el obligado a cargarla 5km.
-Difícil que no te lastimen, cuando convivís encerrados casi 9 meses con un maltratador, disfrazado de moralista «barato», que «detona» a cada rato y aprovecha el Aislamiento para saciar su sed de violencia.
-Difícil no poner en riesgo a los otros, cuando te pidieron aislarte y te escapaste, y entre estornudos y tos disimuladas sentencias a tus seres queridos, pensando que no te podía tocar. ¡Y te tocó!
-Difícil que te crean una estadística, cuando la realidad nos vive cacheteando día a día. ¡Y por Dios!! cómo duele!
– ¡Difícil aceptar y no putear, que quienes te imponen las reglas y cuidados, anden de farra y timba o a los abrazos sacándose selfies mientras vos, responsable, llevas 8 meses y medio sin poder abrazar a tus abuelos o visitar a tus padres o compartir un buen churrasco con amigos!
-Difícil afrontar la partida de un ser querido, sin rendirle los honores ganados, por una vida llena de valores y, que una voz del otro lado del teléfono, fría y distante, te notifique que esa persona amada «perdió la batalla».
Difícil tomar decisiones dramáticas, cuando éstas afectan a cientos, miles o millones de personas. ¡Y peor aún, cuando esas decisiones se toman desde la total falta de Sentido Común!!
La “¡Maldita Enfermedad” nos puso a prueba…y todavía, no demostramos estar a la altura!!
¡Urgente debemos recuperar el Sentido Común de la vida, y volver a darnos baños de empatía de calidad!!
Respetuosamente ….
POR: Roberto Zorrilla.
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