La fecha recuerda el natalicio de Carlos Juan Finlay, médico cubano y descubridor del mosquito transmisor de la fiebre amarilla.
Cada 3 de diciembre se conmemora el Día del Médico, una fecha dedicada a honrar la labor incansable de quienes dedican su vida al cuidado de la salud.
El Día internacional del Médico se celebra cada 3 de diciembre con el objetivo de destacar el rol fundamental que cumplen los profesionales de la salud en la sociedad. La jornada se conmemora en varias naciones de América Latina y busca reconocer a quienes realizan esta labor y trabajar por mejoras en sus espacios de trabajo, investigación y ámbitos de desarrollo afines.
Esta celebración tiene sus raíces en el natalicio del médico cubano Carlos Juan Finlay Barrés, quien en 1833 marcó un hito en la medicina mundial al identificar al mosquito Aedes aegypti como el transmisor de la fiebre amarilla. Este descubrimiento no solo salvó miles de vidas en América Latina, sino que también estableció un precedente en la importancia de la investigación científica para el control de enfermedades epidémicas.
En este marco, el legado del cardiólogo argentino René Favaloro cobra un significado especial, al recordar que la prevención, la ética y el compromiso social son pilares fundamentales de la medicina moderna.
Favaloro, al igual que Finlay Barrés, dejó una marca indeleble en la historia de la medicina al desarrollar y estandarizar el bypass coronario, una técnica quirúrgica que salvó millones de vidas en todo el mundo. Pero su legado va mucho más allá de los avances técnicos. Favaloro insistió en la necesidad de democratizar los beneficios de los progresos médicos, asegurando que la ciencia estuviera al servicio de toda la humanidad, y no únicamente de las élites.
¿Por qué se celebra hoy el Día del Médico?
En 1953, la Organización Panamericana de la Salud (OPS), con el apoyo de la Organización Mundial de la Salud (OMS), decidió declarar esta fecha en recuerdo del Dr. Carlos Juan Finlay. Tres años más tarde, la Argentina se sumó a esta iniciativa gracias al impulso del Colegio Médico de Córdoba, con el objetivo de celebrar a todos los médicos y profesionales que contribuyen con el sistema de salud de la nación.
Carlos Juan Finlay y Barrés fue un médico y científico cubano, nacido el 3 de diciembre de 1833. A pesar de cursar su formación académica en Europa, la Universidad de La Habana no reconoció sus títulos y debió volver a matricularse en el Jefferson Medical College de Philadelphia, Estados Unidos. Fue allí donde estudió epidemiología y se especializó en los procesos de contagio de enfermedades, lo que resultaría esencial para los años siguientes.
Finlay fue convocado por el ejército de Estados Unidos para evaluar un problema preocupante en las fuerzas armadas, que era la elevada cantidad de bajas entre los soldados por causa de la fiebre amarilla. De esta manera, en 1881 realizó uno de los descubrimientos más trascendentales de la humanidad: el mosquito Aedes aegypti era el factor clave en la transmisión de esta enfermedad. El científico descifró que cuando esta variante del insecto alado pica a una persona infectada con esta patología, contrae este virus y puede transferirlo a las otras personas que pique.
El 18 de febrero de ese mismo año, presentó esta hipótesis ante la International Sanitary Conference, pero este organismo rechazó su trabajo. Nueve años más tarde, la Walter Reed Commission, una institución orientada a la investigación de la fiebre amarilla, confirmó su teoría y le otorgó un reconocimiento por su hallazgo.
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