20 abril, 2024

El rol clave de la enfermería en los tiempos de pandemia

Hoy se celebra el Día Mundial de la Enfermería, en recuerdo de la enfermera británica Florence Nightingale. 

Hace 201 años nacía en la ciudad italiana de Florencia (de allí su nombre) Florence Nightingale, una enfermera británica considerada precursora de la enfermería profesional moderna y creadora del primer modelo conceptual de enfermería. Es por eso que hoy es del Día Mundial de la Enfermería.

Además, en medio de la pandemia por COVID-19, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el 2021 “Año Internacional de los Trabajadores Sanitarios y Asistenciales”, como una invitación a reconocer y agradecer la dedicación, compromiso y sacrificio de millones de profesionales que están en primera línea de acción contra la emergencia sanitaria.

Según Dolores Latugaye, directora de la Escuela de Enfermería de la Universidad Austral, “es, también, una obligación moral de la sociedad para con quienes trabajaron, y siguen trabajando, de manera incansable durante esta pandemia por COVID-19 que puso de relieve la importancia de que todos los trabajadores sanitarios y asistenciales -entre los que se incluye el personal de Enfermería-, tengan acceso a los conocimientos y orientaciones más actualizados que se precisan para responder a estos brotes”.

Para acompañar esta iniciativa, la OMS ha puesto en marcha una campaña, de un año de duración, bajo el lema “Proteger. Invertir. Juntos”, que destaca la urgente necesidad de invertir en los trabajadores de la salud, para obtener dividendos compartidos en materia de salud, empleo, oportunidad económica y equidad. En la campaña se pide que se invierta más en la formación y el empleo de los trabajadores sanitarios y asistenciales.

“Esto significa, tener una visión compartida para invertir en las personas, como base de la Salud para todos. Juntos, los miembros de la comunidad mundial tienen la oportunidad de hacer realidad esa visión”, agregó.

“Florence Nightingale siempre fue una gran visionaria, como cuando dijo una frase célebre mientras realizaba la profesión que amaba y enseñaba a otras a desarrollarla. ‘El mundo tardará 150 años en ver el trabajo que he hecho y la enfermería que necesitamos, con políticas concretas para el ejercicio internacional de esta profesión’, dijo la célebre enfermera que realizó un gran trabajo durante décadas en el que ayudó a establecer a la enfermería como una carrera respetable para las mujeres y a mejorar los hospitales, para que se volvieran lugares limpios y espaciosos en los que los pacientes se pudieran recuperar”, sostuvo López. El año pasado se cumplieron justo esos 150 años.

Pandemia y enfermería

“La pandemia nos hizo ver en qué realidad estamos respecto a tres variables importantes: estructura, procesos y resultados. Desde el punto de vista sanitario nos encontramos más equipados para afrontar las distintas olas de coronavirus. Igualmente, podemos tener muchas camas y respiradores, pero si no tenemos el recurso humano, toda la aparatología no sirve de nada. Hoy nos falta ocuparnos más de capacitar a nuestro personal”, sostuvo López que tiene más de 30 años de servicio en la profesión.

“Si nos comparamos con Estados Unidos o Cuba, tenemos un gran déficit de enfermeros en la Argentina. Mientras ellos tienen de 80 a 100 profesionales por cada 10.000 habitantes, nosotros tenemos 42. Yo siempre digo: los médicos curan y los enfermeros cuidamos”, enfatizó López sobre la importancia de seguir formando enfermeros y capacitando personal, que se mostró orgullosa de trabajar en la primera carrera a distancia que ofrece la Fundación Barceló.

Sobre la realidad en la que está parada la Argentina respecto a los enfermeros en pandemia, afirmó: “Tenemos un equipo de salud cansados, agotados. En la primera ola, ante la falta de recursos, nos encontramos con muchas licencias, por lo que el personal debió hacer más carga horaria. Nosotros brindamos un servicio de cuidado los 365 días, las 24 horas. En esta segunda ola se nos agrega el agotamiento. También hemos sufrido la pérdida de seres queridos, desde familiares hasta compañeros de trabajo. Hemos perdido más de 150 enfermeros en esta pandemia”, resaltó la profesional.

Según la OMS, el mundo se enfrenta a una escasez mundial de trabajadores sanitarios. Actualmente, son 5,9 millones los profesionales de Enfermería que se requiere formar, para resolver dicha escasez. Por eso, es necesario invertir en educación y mejores condiciones laborales para proteger al mundo de las enfermedades y, de ese modo, lograr la cobertura sanitaria universal.

“La Escuela de Enfermería de la Universidad Austral implementó, en el marco de la pandemia, mecanismos y herramientas para dar continuidad a las clases de grado y posgrado, bajo la modalidad virtual. En este sentido, hemos concretado, además, distintas propuestas de formación abiertas a la comunidad, con el fin de fomentar la reflexión, el intercambio de ideas y el empoderamiento de la profesión”, indicó Latugaye.

Las habilidades de comunicación sólidas son un fundamento básico para cualquier carrera. Sin embargo, para las enfermeras o enfermeros, es uno de los aspectos más importantes del trabajo. Una gran enfermera tiene excelentes habilidades de comunicación, sobre todo cuando se trata de hablar y escuchar a los pacientes.

La enfermería es un trabajo estresante en la que hay que hacer frente a situaciones difíciles. La capacidad de aceptar el sufrimiento y la muerte sin dejar que afecte a su desempeño profesional es una cualidad crucial en una enfermera.

Las grandes enfermeras sienten una gran empatía por el dolor y el sufrimiento de los pacientes. Estas profesionales son capaces de sentir compasión por los demás y preocuparse para que estén lo más cómodos posibles.

Una enfermera o un enfermero debe ser flexible en cuanto a las horas de trabajo y responsabilidades. Las enfermeras, al igual que los médicos, a menudo tienen que hacer horas extra trabajando incluso noches y fines de semana. Es algo a lo que hay que acostumbrarse.

Cada paso en el campo de la medicina puede tener consecuencias de largo alcance en la salud del paciente. Por eso una enfermera debe prestar atención al detalle y cuidarse de no saltarse los pasos o cometer errores.

Las enfermeras o los enfermeros son el vínculo entre los médicos y sus pacientes. Así que deben tener buenas habilidades interpersonales para lidiar con ambos, equilibrando las necesidades de cada uno de ellos.

Estar de pie durante largos periodos de tiempo, mover a pacientes, trasladar material, son algunas de las tareas propias del día a día de una enfermera. Todas ellas requieren estar en buena forma.

Los mejores problemas son los que pueden resolverse antes incluso de que se presenten. Una enfermera debe tener las habilidades necesarias para resolverlos y, mejor aún, anticiparlos para evitar situaciones difíciles.

Muy a menudo, el trabajo de cuidado de la salud es simplemente tener la habilidad de la respuesta rápida a incidencias repentinas, y las enfermeras siempre han de estar preparadas para lo inesperado. Mantener la cabeza fría en una crisis es una gran cualidad. La relación enfermera-paciente se basa en unos cuántos pilares básicos, uno de ellos es el respeto. La enfermera o enfermero tiene que ser respetuoso con la gente a la que atiende, pero también con el resto de sus compañeros