27 noviembre, 2024

Fuego y destrucción total en Fortaleza, la cooperativa de reciclaje de Corrientes

Seis dotaciones de bomberos se desempeñaron desde la siesta hasta que cayó la noche en la calle Reconquista. El incendio comenzó en la parte trasera del galpón y fue arrastrado por el viento hasta el interior, donde había cooperativistas.  

foto Luis Gurdiel

Un incendio destruyó ayer a la siesta el galpón de acopio de la cooperativa Fortaleza, emblema del reciclaje en la ciudad de Corrientes. Seis dotaciones de bomberos trabajaron por más de dos horas contra el fuego. Los cooperativistas deberán comenzar desde cero, ya que también las herramientas de trabajo se destruyeron: dos prensas valuadas en siete y dos millones de pesos, respectivamente.

Si bien había trabajadores cuando inició el fuego, escaparon y no hubo que lamentar pérdidas humanas. De acuerdo con el secretario de Fortaleza, Alejandro Taglang, ahora deberán tirar todo abajo.

Su mirada está puesta en el galpón que todavía desprende humo, con los ojos enrojecidos por las partículas nocivas presentes en el aire de la calle Reconquista al 3545. Comienza el crepúsculo y el lugar del desastre, ennegrecido y tóxico, es la antítesis por lo que día tras día trabajan los cooperativistas: la sustentabilidad del ambiente.

Taglang lamenta que ya habían discriminado las más de cuatro toneladas que recolectaron durante las diez noches de la Fiesta Nacional del Chamamé. Junto a los residuos provenientes de los puntos verdes y de la recolección diferenciada en dos barrios capitalinos, estaban a punto de cerrar el mes de enero con suficientes materiales para llenar y vender dos camiones acoplados repletos.

A media cuadra todavía está el jefe de los Bomberos Voluntarios de la ciudad, Daniel Bertorello, que hace cuatro horas llegó al lugar tras el llamado de emergencia de las 15:15. Descansa mientras carga la autobomba, antes de continuar con la remoción de escombros. 

Si bien el fuego cesó a las dos horas, hasta el cierre de esta edición trabajaron para evitar que quede alguna chispa prendida a merced del viento. Taglang y su madre, la presidenta de la cooperativa, Mercedes Romero Pereyra, se sumaron con baldes de agua cargados en las canillas de los vecinos.

De acuerdo con los peritos de la Policía de Corrientes, el foco ígneo comenzó en la parte trasera del galpón, y el viento lo arrastró hacia el interior. “No creemos que haya sido intencional”, aclaró el secretario de la cooperativa. “Ochenta familias dependen de la producción de esta cooperativa, algunas más que otras”, dice Taglang. Se trata de un proyecto emblema para la ciudad de Corrientes, que consiguió a lo largo de sus años firmar acuerdos con instituciones para evitar que tiren al basurero los papeles y cartones, que tiene recolección diferenciada en los barrios Juan de Vera y Los Profesionales y que hizo de la Fiesta del Chamamé un evento sustentable.

Cae la noche correntina y, después que los bomberos apagaron el fuego, los cooperativistas no pueden entrar, pero traen agua y suponen, desde afuera, todo lo que perdieron. Hay peligro de derrumbe, los hierros y las chapas del galpón sucumbieron ante la potencia del calor.  Taglang piensa en cómo retomar el proyecto, repasa rápidamente los permisos que deberán solicitar para volver a construir. Tiene los ojos sensibles, pero no va a llorar, va a buscar más agua, hasta que las chispas por fin se apaguen.