El sol del domingo hizo que los correntinos volvieran a su rutina acostumbrada de invadir la costanera para socializar. Los controles policiales solo observaban el desplazamiento de las personas, pero no intervenían en ningún caso.
El período de distanciamiento social quedó casi como una anécdota, y en los barrios el panorama era similar en las plazas y espacios verdes. Los juegos infantiles no estaban vallados y eran usados libremente por los niños, y hasta vendedores ambulantes hicieron sus ventas sin ningún control, también sin los cuidados higiénicos ni protocolos de sanidad.
Más historias
Este viernes aumenta 200% el peaje.
Multitudinaria manifestación en defensa de la universidad pública en Corrientes y Chaco
Miercoles 23 inicia el pago del plus para trabajadores municipales