Hay que ser prudentes, no asustarse ni renunciar por completo a la manicuría semipermanente. Cuáles son las sospechas y los consejos de los dermatólogos.
Que la luz que seca el esmalte causa cáncer; que la composición química tan duradera, daña la uña. Todas estas afirmaciones que se vienen pronunciando no detienen a las mujeres, y cada vez a más hombres, que optan por una manicuría semipermanente, cuya larga duración es la principal ventaja.
“Si te sentaras todos los días con las manos debajo de una de estas máquinas, eso sería un problema”, señala Melissa Piliang, dermatóloga de la Clínica Cleveland que habla sobre los riesgos asociados con las lámparas UV.
“Hacerse una sola manicura en gel probablemente no será tan dañino”, explica Joshua Zeichner, profesor asociado de Dermatología y director de investigación cosmética y clínica en Dermatología en el Hospital Mount Sinai, de Nueva York. “Pero si recibes uno cada tres semanas durante veinte años, esa es una historia diferente. El problema es que simplemente no tenemos ningún estudio retrospectivo para determinar cuál es el riesgo en el mundo real”.
Lámparas LED sin regular en la Argentina
En la Argentina, se usan las lámparas UV/LED para secado de geles de construcción y esmaltes semipermanentes. Incluso hay personas que compran la cabina para hacerse el esmaltado en sus casas.
“En mi caso, invertí en el aparato, en esmaltes, limas, pensando que iba a ser sencillo, pero no me resultó. Volví a la manicura semipermanente que me hace una profesional, son muchos pasos. ¡En verdad voy cuando me aburro de tener el mismo diseño y por el crecimiento porque dura un montón de tiempo!”, reconoce Natalia Berté, empleada administrativa que se hace este esmaltado continuamente hace casi dos años.
“Que la luz ultravioleta podría desarrollar cáncer de piel, sí, eso está muy claro, es la historia de las camas solares, etcétera. Pero la aparición de casos de cáncer de piel en las extremidades, que es una cosa poco común, necesita más evaluación”, plantea Andrés Politi (M.N. 73.970), dermatólogo y miembro titular de la Sociedad Argentina de Dermatología (SAD).
El experto remarca que el uso de material acrílico en uñas semipermanentes no aumenta la incidencia de cáncer de piel debido a la cantidad insuficiente de radiación ultravioleta necesaria para provocarlo. Sin embargo, su uso frecuente daña la lámina ungueal, que es una capa de queratina que protege el dorso de los extremos distales de los dedos, tanto de las manos como de los pies, y se sugiere su uso esporádico hasta que se expida una regulación oficial de las autoridades sanitarias.
A mayor exposición a esa luz ultravioleta, aumenta el riesgo de cáncer
“A mayor exposición a esa luz ultravioleta, aumenta el riesgo”, comenta en TN el doctor Gabriel Brau (M.N. 86.375), subjefe de dermatología del Hospital Italiano, y reconoce que todavía no hay una casuística que diga cuánto es excesivo. Un caso publicado sobre una paciente que presentó cáncer en uno de sus dedos se trató de una mujer que usó este sistema cada 15 días durante dos años, pero no es determinante que el factor de riesgo haya sido este tipo de manicuría, es solo una sospecha.
El experto destaca la importancia del uso responsable, adecuado y con una frecuencia espaciada. “También hay que tener en cuenta la edad de las usuarias, que pueden ser adolescentes de 15, 16 años recibiendo una radiación que no está especificada”, concluye Brau.
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