Los padres y tutores se alzaron en contra de la posibilidad de dividir una institución. Los jóvenes de la secundaria en el Hogar Escuela debieron ser reubicados debido al centro de salud que se montó en el edificio.
Un grupo de tutores se manifestó ayer frente a un establecimiento educativo de la zona sur de la ciudad de Corrientes, con el objetivo de evitar la llegada de nuevos estudiantes del ex Hogar Escuela, establecimiento que fue utilizado para montar el Hospital de Campaña y centralizar la atención covid-19 en Corrientes.
Al respecto, la presidenta del Consejo General de Educación, María Silvina Rollet, indicó que, pese al reclamo, se garantizará “el derecho de la educación”.
Se trata de la Escuela Nº 607 Bernardino Rivadavia, emplazada en la calle Lamadrid, en el barrio Berón de Astrada.
A la institución asisten niños y niñas que cursan la primaria, por lo que los padres y tutores expresaron su rechazo a la llegada de alumnos de una escuela secundaria.
Los jóvenes pertenecen a la Escuela Juan Domingo Perón, pero tras su desplazamiento del predio del Hogar Escuela para que se estableciera allí el Hospital de Campaña, tuvieron que ser reubicados en otras instituciones educativas.
En tal sentido, el año pasado los jóvenes cumplieron sus horas de presencialidad en el Instituto Superior de Servicio Social Remedios de Escalada de San Martín, pero ante el reinicio de las clases en el lugar debieron ser reubicados otra vez.
Por orden del Ministerio de Educación de la provincia de Corrientes, el lugar asignado fue la escuela mencionada, lo que causó descontento entre los tutores.
“Queremos seguridad para nuestros niños, van a traer a estudiantes de un colegio secundario”, expresaron algunos de los padres que estaban en la manifestación. También indicaron que hay muchos chicos discapacitados cursando.
Según relataron los tutores, las autoridades de la Escuela Nº 607 tampoco dieron aviso sobre la llegada de los nuevos alumnos.
Otro de los tópicos que despertó el reclamo entre el grupo de tutores se centró en las carencias edilicias del establecimiento frente al aumento de estudiantes.
Los padres indicaron que sus hijos ya se encuentran “amontonados”, por lo cual “traer 400” estudiantes nuevos representaría un problema, y consideraron incluso que las autoridades “se olvidaron de la pandemia”.
Frente al tumulto de padres, la directora del establecimiento aseveró que se trata de una situación “momentánea”, hasta encontrar “otro lugar”.
Si bien los horarios se comparten, ya que la Escuela 607 tiene jornada extendida, Rollet priorizó el acceso a la educación y aseguró que ambos grupos no “están mezclados” ya que solo “se comparte el edificio, por lo que cada uno tiene su espacio”.
“Nos encontramos con un paredón dividiendo la escuela y amontonando a los chicos de la primaria”, dijo una tutora.
Los padres indicaron que, para asegurar que haya aulas suficientes para los estudiantes, “se tuvo que cerrar la biblioteca y la sala de computación”.
Al respecto, Rollet consideró que los padres y tutores se encuentran en su derecho de reclamar, pero que deben hacerlo “por las vías correspondientes”.
Además, subrayó la necesidad de “ser empáticos, solidarios y mostrar valores” frente a la situación, priorizando la educación.
“Nadie pensó que íbamos a seguir en contexto de pandemia un tercer año”, dijo.
Fuente: El Litoral
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