25 noviembre, 2024

Sol y bronceado: cuáles son las cuatro claves para evitar que la piel se pele

La exposición solar prolongada puede generar descamación y otras molestas consecuencias. Cómo prevenir esta situación a través de cuidados sencillos

El verano es la época de relajación y de disfrute por excelencia. Las personas suelen aprovechar estos tiempos para realizar viajes en el marco de vacaciones y de festejos. Más allá de los destinos que elige cada viajero, hay un aspecto en común en la mayoría de los casos: los rayos del sol.

Sentarse a descansar y a broncearse es uno de los grandes momentos de la temporada estival. Sin embargo, es importante tener en cuenta ciertos cuidados a la hora de hacerlo, ya que una exposición solar sostenida y sin prevención puede traer consecuencias, como por ejemplo que la piel se pele. En ese contexto, confeccionamos una breve guía para conocer las claves y las medidas que se pueden tomar para evitar esta incómoda situación, que se manifiesta a través de molestas descamaciones.

Exfoliación

En primer término, es fundamental la exfoliación al menos dos o tres veces por semana, ya que a través de esta acción podemos eliminar las impurezas de la piel que generan exceso de sebo y obstrucción en los poros. De esta manera, el cutis quedará suave, libre de suciedad y, además, le daremos mayor luminosidad. Para que este paso se concrete con efectividad, es importante enjuagar el cuerpo con agua tibia y secarlo sin frotar dando leves golpes con una toalla o un paño.

De este modo, mantener la piel limpia y evitar la acumulación del sebo que obstruye los poros puede ser efectivo ante la exposición al sol, especialmente si utilizamos un exfoliante suave con beta hidroxiácido (ácido salicílico), que reduce el enrojecimiento y la hinchazón; y con ingredientes naturales que aporten antioxidantes para prevenir manchas.

Hidratación

Hidratar correctamente la piel tiene múltiples ventajas, entre las que aparece mantener el bronceado de manera saludable, evitando resecamientos. Para lograrlo, hay que llevar a cabo ciertos hábitos cotidianos que, además, colaboran con el funcionamiento general del organismo. Es que la mejor rutina de cuidado empieza de adentro hacia afuera

En principio, una medida fundamental consiste en consumir al menos 2 litros o entre 6 y 8 vasos de agua por día, sin reemplazarla por infusiones, jugos o gaseosas. ¿Cuál es el objetivo? Si hablamos precisamente de la piel, mantenerla hidratada y elástica, además de transportar los nutrientes a las células del cuerpo y retirar los residuos o sustancias de deshecho, entre otros beneficios.

Si buscamos hidratación y prevención al mismo tiempo, una crema corporal aftersun puede ayudar a reavivar el bronceado que logramos y a evitar que la piel se descame. Es que estos productos suelen contener componentes que protegen y regeneran los poros, como por ejemplo aceite de coco, aloe vera y derivados de lavanda, geranio y eucalipto.

Sérums y otras cremas

Para lograr una reparación profunda de la piel y una mejor absorción de nutrientes durante esta temporada, resulta esencial acudir a productos como los sérums faciales. En ese sentido, anteriormente, el cirujano estético Duilio Cortella (MN 122.313), había precisado: “El verano es ideal para reforzar hábitos que propicien que la piel del rostro luzca más sana y saludable, ya que envejece más durante esta estación debido a que la exponemos a distintos factores agresivos”.

En ese tono, Cortella había llamado a “seguir manteniendo la rutina facial: exfoliar, hidratar y proteger con cremas, geles, o sérums, adecuados para cada persona dependiendo del tipo de piel porque, para mantener el equilibrio del metabolismo de la piel del rostro, hay que cuidarlo durante los 365 días del año”.

Por su parte, a médica especialista en medicina funcional y estética, Priscila Dzigciot (MN 129.206), le había explicado a este medio: “Es importante que, al elegir las cremas y sérums para la piel, se tenga en cuenta la textura. Lo mejor es elegir una crema con textura ligera, con activos humectantes como por ejemplo la glicerina, el ácido hialurónico, distintos extractos vegetales”.

“Además, es importante que la crema también contenga antioxidantes para proteger la piel de los efectos de la contaminación. En este caso, la vitamina C es un gran aliado”, había señalado Dzigciot.

Protector solar

Más allá de los hábitos cotidianos para proteger la piel durante el verano y evitar la descamación, el uso de protector a la hora de exponerse al sol debe ser una constante. Bajo este precepto, el doctor Daniel López Rosetti había indicado: “Si bien la exposición solar es necesaria y recomendada para la buena salud y la síntesis de vitamina D, la sobreexposición trae consigo el riesgo del cáncer de piel. Es por eso que, si bien los cuidados deben tenerse durante todo el año, los meses de calor traen consigo mayor radiación solar y más tiempo al aire libre, y los recaudos deben extremarse”.

En ese marco, el especialista dejó algunas sugerencias a la hora de utilizar el protector solar.

-La protección solar debe aplicarse 30 minutos antes de la exposición y ser renovada cada dos horas (o más seguido si hay transpiración excesiva, inmersión en agua, etc.).

-Evitar la exposición solar entre 10 y las 16 horas, cuando los rayos ultravioletas son más intensos.

“Hay que tener en cuenta que, si bien es muy importante el autoexamen, lo ideal es visitar al dermatólogo, como cualquier consulta médica, para hacer un diagnóstico al menos una vez al año”, había cerrado el especialista.