20 abril, 2024

Alemania en crisis por la falta de gas

«A partir de ahora, el gas es un bien escaso» en Alemania, dijo el ministro de Economía de ese país, Robert Habeck. Se activó el plan de emergencia energética.

El Gobierno Federal de Alemania activó este jueves el segundo nivel del plan nacional de emergencia de gas, pasando a la fase de alerta, ante la reducción del suministro gasístico de Rusia, informó el vicecanciller y el ministro de economía del país, Robert Habeck.

El ministro alemán precisó que el país actualmente atraviesa una interrupción en el suministro de gas. «Incluso si no lo perciben de esa manera, estamos en una crisis de gas», declaró Habeck, dirigiéndose a la ciudadanía. «A partir de ahora, el gas es un bien escaso en Alemania», agregó.

Habeck aseguró que los suministros están garantizados de momento, pero advirtió a los ciudadanos contra «una falsa sensación de seguridad». Asimismo, volvió a insistir a los consumidores en la necesidad de reducir el consumo de gas «ahora, en verano, y luego en invierno».

El plan de emergencia de gas

El primer nivel del plan, que consta de tres fases, fue puesto en marcha el pasado 30 de marzo para establecer un equipo de crisis en el Ministerio de Economía e intensificar el monitoreo de la situación del suministro de gas.

Aunque la nueva fase del plan no supone cambios drásticos con respecto al primer nivel, obliga a los agentes del mercado a mitigar las interrupciones mediante medidas a corto plazo e impulsar los suministros de gas de fuentes alternativas.

Esto, en cambio, puede acarrear consecuencias significativas para las empresas y los consumidores en el caso de que los proveedores de energía trasladen sus gastos elevados de compra directamente a sus clientes.

No obstante, el ministro precisó que a las empresas energéticas no se les permite, de momento, aumentar los precios de gas para los consumidores, medida que solo puede llevarse a efecto ante una «reducción considerable de la cantidad total del gas importado» a Alemania.

La tercera fase del plan, la fase de emergencia, se activa cuando hay «una demanda excepcionalmente alta» o una «interrupción significativa» de los suministros gasísticos. En este caso, el Gobierno se interviene activamente en la situación del mercado energético y pasa a un régimen de racionamiento del gas, que, en primer lugar, afecta a la industria.

«Un ataque económico»

La semana pasada, la empresa estatal rusa Gazprom advirtió que se veía obligada a reducir el flujo de gas a través del gasoducto Nord Stream, una de las principales rutas de suministro de gas ruso a Europa. Según indicó la empresa, el motivo se debe a que la compañía alemana Siemens aún no le había devuelto el equipo técnico utilizado para bombear el gas, que se encontraba en reparación.

En su discurso, el ministro alemán opinó que la reducción de los suministros rusos supone «un ataque económico» orquestado por el presidente ruso, Vladímir Putin para subir los precios de energía en Europa. «Estamos luchando contra eso. Pero será un camino difícil que nosotros como país ahora tenemos que tomar», expresó. «Quiero subrayar que este escenario siempre ha sido una amenaza y por eso llevábamos preparándonos desde diciembre de 2021», dijo Habeck.

Este miércoles, el presidente estadounidense, Joe Biden, volvió a atribuir el aumento de los precios energéticos a la guerra en Ucrania. En su discurso, el mandatario instó al Congreso a suspender los impuestos sobre la nafta y el gasoil ante «el aumento de precios de Putin».

«Rusia es el proveedor de la estabilidad energética»

Por su parte, el director general de Gazprom, Alexéi Miller, comentó la reducción de los suministros y explicó que los precios elevados de gas en Europa son resultado de las decisiones de los propios reguladores europeos. «Siemens no puede devolver la turbina de la fábrica. Les dicen: ‘no se puede, [hay] sanciones'», explicó.

Mientras, recordó que Rusia siempre cumplía sus obligaciones contractuales. «Rusia es la estabilidad energética. Rusia es el proveedor de la estabilidad energética a los amigos de Rusia», concluyó.

Mientras, el exministro ruso de Energía, Alexánder Novak, dijo que los socios europeos «primero hacen algo y luego piensan cómo salir de la situación». «Los políticos piensan en sí mismos y en sus elecciones, trasladando [los costos] a los consumidores. En EE.UU. hay precios récord en las gasolineras y también en Europa. Es una planificación de mala calidad de la propia seguridad energética», expresó.