25 abril, 2024

Bolsonaro se enfurece con las restricciones y ataca a los gobernadores

«El caos está entre nosotros». El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, lanzó ayer su crítica más dura por la alarmante situación del coronavirus. Pero sus dardos no fueron dirigidos contra la pandemia, sino contra las medidas de contención decretadas por los gobernadores, que toman cada vez más y más distancia del negacionismo presidencial.

Bolsonaro se enfrentó así a la creciente rebelión de los gobiernos estaduales y municipales, que ante la inacción que perciben desde Brasilia instauraron sus propias cuarentenas y restricciones de actividades, como sucede en el resto del mundo, buscando cerrarle el paso a un enemigo implacable que hasta ayer dejaba 2247 casos y 46 muertos.

Las nuevas declaraciones tuvieron como antesala un fuertemente cuestionado discurso, anteayer, en el que minimizó el impacto probable de la «pequeña gripe» en Brasil e instó a los alcaldes y gobernadores a dar marcha atrás en sus medidas de cierre, que provocaron la paralización de grandes ciudades.

«Si tuviéramos problemas como los que puede haber en Brasil, con saqueos de supermercados, el virus seguirá estando. Vamos a tener el caos y el virus», disparó ayer el excapitán del ejército, recurriendo a su clásico discurso de la inseguridad en la vía pública como matriz de todos los males.

«¿Qué debemos hacer? Poner a la gente de nuevo a trabajar. Proteger a los ancianos, a quienes tienen problemas de salud. Pero nada más fuera de eso. De lo contrario, lo que sucedió en Chile puede ser una minucia al lado de lo que puede acontecer en Brasil», añadió Bolsonaro, en alusión a la ola de protestas contra el gobierno de Sebastián Piñera, los incidentes y la represión de los carabineros.

«¿Si Brasil puede salir de la normalidad democrática que ustedes defienden tanto? Nadie sabe lo que puede suceder en Brasil», pero si hay una amenaza, «no será por parte mía, quédense tranquilos», afirmó.

Mientras el coronavirus sigue propagándose por Brasil, Bolsonaro está optando cada vez más por el punto de vista compartido con su homólogo estadounidense,