23 noviembre, 2024

Científicos de Brasil usan los mosquitos como «caballos de Troya» para neutralizar el dengue

En la Universidad de Brasilia realizaron un enigmático experimento con un larvicida que destruiría las larvas de los criaderos. Los detalles del estudio.

La emergencia sanitaria por el brote histórico del dengue en Argentina y otros países de América Latina puso en alerta a la comunidad científica, que ensaya métodos y alternativas para neutralizar lo que se considera la peor epidemia de esta enfermedad en la región. En este marco, científicos de la Universidad de Brasilia realizaron una innovadora investigación, financiada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que propone utilizar al propio mosquito como caballo de Troya para diseminar un larvicida que tendría por efecto la eliminación de las larvas de los criaderos.

El peculiar ensayo fue puesto en práctica por el laboratorio público Instituto Fiocruz: en un recipiente lleno de agua se colocó una tela impregnada de larvicida que, si bien no fue capaz de eliminar a los mosquitos, tuvo el efecto esperado sobre las larvas de los criaderos, acabando con ellas.

Brasilia, la localidad donde se realizó este experimento, tiene la particularidad de ser la ciudad con mayor índice de contagios en la histórica epidemia que atraviesa Brasil este año.

El profesor Rodrigo Gurgel, coordinador del laboratorio de la Universidad de Brasilia que conduce este proyecto explicó los detalles del estudio y consideró que los hallazgos podrían aportar un elemento vital en la lucha contra el brote del dengue: «Atraído por el agua y el color negro del recipiente, el insecto viene a la estación y se contamina con un larvicida que esparce por todas partes. ¿Quién mejor para encontrar los criaderos que el propio mosquito?».

En 2020, un equipo de investigadores de la misma universidad participó de un proyecto, también financiado por la OMS, para instalar estaciones con larvicida, complementadas con tubos para recolectar y analizar los mosquitos en 150 viviendas de uno de los barrios más afectados de Brasilia. Durante los 11 meses siguientes se realizó un seguimiento.

Si bien los resultados continúan en proceso de evaluación, el profesor Gurgel conjeturó que «conseguirán controlar el mosquito» con la misma eficacia que otro estudio realizado en 2017 en la región de São Sebastião, ubicada también en Brasilia, donde se logró reducir un 66% la presencia de los mosquitos.

A su vez, el científico explicó que «su ventaja sobre otras tecnologías, como mosquitos modificados genéticamente, es que no hay necesidad de grandes laboratorios. Cualquier servicio sanitario puede producir un bote así a muy bajo costo».

Gracias a la efectividad del método, el Ministerio de Salud recomendó su utilización en los municipios brasileños para controlar la población de la especie «Aedes Aegypti» y luego se implementó en ciudades de cinco estados.

A principios de abril, Brasil registró un nuevo récord anual de muertes por dengue, con 1.116 muertes en las primeras catorce semanas del año que superan el total de fallecidos en todo 2023.

El cambio climático como clave para comprender la epidemia actual

Para Gurgel, el cambio climático representa una de las causas más evidentes de esta emergencia sanitaria.

«Cuanto más alta la temperatura, más rápido se desarrollan los mosquitos y cuanta más lluvia, hay más criaderos. En los últimos años vimos un claro aumento de la temperatura y un cambio en los ciclos de precipitaciones», observó el especialista.

También expresó su preocupación ante la falta de trabajos de control por parte del sistema de salud durante todo el año, así como la falta de una campaña de concienciación para alertar a la población y extremar los cuidados.

Según estadísticas brindadas por el profesor Rodrigo Gurgel, «el 75% de los criaderos se encuentran en el interior de las viviendas, lo que significa que, si los residentes tuvieran más cuidado con sus casas, probablemente se eliminarían muchos lugares de cría».