24 noviembre, 2024

Desesperado por el «relato», Putin bloquea redes y amenaza con prisión a quien «desacredite al ejército ruso»

Cerró Facebook y restringió Twitter, intentando mantener puertas adentro la versión de que el ataque a Ucrania «no es una invasión, sino que se hace para proteger a los ucranianos prorrusos de un genocidio». Bloomberg, BBC y CNN suspendieron coberturas desde Moscú, y cierran radios y otros medios. «Quieren hacer de cada periodista independiente un criminal», dijo John Micklethwait, de Bloomberg. Las penas de cárcel van hasta 15 años.

Rusia bloqueó este viernes a la red social Facebook, restringió el acceso a Twitter e introdujo duras penas de prisión para quienes publiquen «informaciones falsas» sobre el ejército, en una feroz vuelta de tuerca que apunta a sofocar las críticas internas y las voces que rechazan la masiva salvaje invasión a Ucrania, que ya ha costado centenares de víctimas en ambos bandos.

Las medidas tomadas por el gobierno de Vladimir Putin refuerzan el arsenal que intenta controlar la narrativa de la población rusa sobre la invasión de Ucrania, lanzada el 24 de febrero, que Putin intenta presentar como una operación limitada a «proteger a los ucranianos rusófonos de un genocidio».

El gobierno anunció que dispuso una enmienda que prevé penas de hasta 15 años de cárcel para quien propague información que trate de «desacreditar» a las fuerzas armadas rusas.

En tanto, otro decreto de Putin prevé sanciones para quienes hagan «llamados a imponer sanciones a Rusia», en medio de las duras represalias ya tomadas por Occidente.  Estas decisiones aplican tanto a medios como a particulares, entraron en vigencia tras su rápida aprobación por el Parlamento ruso y la inmediata ratificación de Putin el viernes por la noche.

El periódico ruso Novaïa Gazeta admitió haberse visto «obligado a suprimir numerosos contenidos» para evitar las sanciones, pero indicó querer «seguir trabajando».

Mientras que la agencia Bloomberg News y la BBC (radiotelevisión pública británica) anunciaron la suspensión de la actividad de sus periodistas en Rusia, y la estadounidense CNN, la difusión de sus programas.

La nueva ley «parece haber sido escrita para hacer de cada periodista independiente un criminal, por simple asociación, lo que vuelve imposible seguir haciendo (…) periodismo en el país», declaró John Micklethwait, redactor en jefe de Bloomberg.

La BBC seguirá informando en ruso, pero lo hará desde el exterior, indicaron fuentes de la cadena británica.

Facebook, bloqueado

El viernes, el regulador de medios, Roskomnadzor, ordenó bloquear inmediatamente a Facebook, acusando a la red social de «discriminar» medios rusos como la televisión del Ministerio de Defensa, Zvezda, o la agencia de prensa Ria Novosti.

La red social ya no funcionaba en Rusia sin VPN, lo que el grupo estadounidense confirmó lamentando que «millones de rusos de a pie se verán pronto privado de información confiable».

El regulador también comenzó a «restringir el acceso» a Twitter, pero la plataforma indicó a la AFP «no ver una diferencia significativa por ahora» con las dificultades de acceso que enfrenta desde hace una semana.

La autoridad anunció anteriormente haber restringido el acceso a la BBC, a la alemana Deutsche Welle (DW), al sitio ruso independiente Meduza (cuya sede está en Riga, Letonia), a la Radio Svoboda, también rusa, a Voice of América y a otros sitios de información no nombrados.

La cadena de televisión independiente por internet Dodj ya había anunciado el jueves la suspensión de su actividad, y la emblemática estación de radio Ekho Moskvy (Eco de Moscú), su disolución tras el bloqueo de sus sitios.

«Estamos obligados a suprimir todas las cuentas de la radio sobre las redes sociales y disolver nuestro sitio», declaró el viernes su redactor en jefe, Alexeï Venediktov en YouTube. El sitio de información económica ruso The Bell también indicó el viernes haber decidido ya no cubrir la guerra en Ucrania, para proteger a sus periodistas de sanciones penales.

Arrestos de periodistas

Estados Unidos dio a conocer su «profunda preocupación» ante los ataques contra la libertad de expresión en Rusia, por medio de la vocera de la Casa Blanca, Jen Psaki. Estas restricciones y cierres se producen en un año especialmente duro en Rusia para los medios independientes, la oposición política y la sociedad civil.

Numerosas publicaciones y periodistas han sido etiquetados como «agentes del extranjero», una categoría que les obliga a llevar a cabo pesadas gestiones administrativas, con el riesgo de ser perseguidos por ley ante la mínima falta.

El principal opositor al Kremlin, Alexéi Navalni, fue detenido a su regreso a Rusia, después de haber sobrevivido a un intento de envenenamiento. Su movimiento fue desmantelado.

La justicia rusa declaró en diciembre el cierre de Memorial, una oenegé que era un pilar de la defensa de los derechos humanos y custodio de la memoria de millones de víctimas de crímenes de la Unión Soviética. Esa decisión fue confirmada tras una apelación el lunes. El viernes, Memorial anunció que se estaba llevando a cabo una operación policial en sus oficinas en Moscú, al igual que otra organización no gubernamental, «Asistencia Cívica», centrada en la ayuda a los migrantes.

Según un observatorio de derechos humanos en Rusia, OVD-Info, más de 8.000 personas fueron detenidas (la mayoría en Moscú y San Petersburgo) desde el 24 de febrero por haberse manifestado contra la invasión de Ucrania.

Frente a los llamamientos contra la guerra, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, estimó este viernes que llegó la hora de que la población se una en torno al presidente Putin: «No es el momento de dividirnos, es el momento de unirnos. Y unirnos en torno a nuestro presidente», afirmó.

Valéri Fadeïev, presidente del Consejo de Derechos Humanos ante el Kremlin, acusó por su parte a los medios extranjeros de propagar falsas informaciones sobre el conflicto en Ucrania.