23 noviembre, 2024

El Reino Unido reconoció la soberanía de Mauricio sobre el archipiélago de Chagos, la última colonia británica en África

La disputa sobre las islas se remonta a los años 1960 y 1970, cuando el gobierno de Gran Bretaña expulsó a los habitantes para tomar el control como parte del Territorio Británico del Océano Índico

El Gobierno laborista del Reino Unido anunció este jueves que ha llegado a un acuerdo con Mauricio para traspasarle la soberanía del archipiélago de Chagos, que la nación del Índico reclamaba desde que dejó de ser colonia británica en 1968.

La disputa sobre las islas Chagos se remonta a los años 1960 y 1970, cuando el Reino Unido expulsó a los habitantes chagosianos para mantener el control del Territorio Británico del Océano Índico (BIT), a pesar de que Mauricio había obtenido su independencia en 1968. Este acto ha sido calificado como un crimen contra la humanidad. A pesar de las resoluciones de la ONU y las sentencias judiciales que instaban al Reino Unido a devolver las islas, el gobierno británico inicialmente desestimó estos fallos, argumentando que la decisión de la CIJ era solo una “opinión consultiva”.

Las negociaciones para resolver esta disputa comenzaron en 2022, y aunque hubo intentos de detenerlas alegando que los chagosianos no fueron consultados, estos esfuerzos no prosperaron. El acuerdo alcanzado ahora representa un avance significativo en la resolución de esta prolongada controversia colonial.

La devolución de las islas Chagos a Mauricio marca el fin de la última colonia africana del Reino Unido, cerrando un capítulo de su historia colonial en el continente. Este desarrollo es un ejemplo de cómo la presión internacional y las decisiones judiciales pueden influir en la resolución de conflictos territoriales históricos.

Los primeros ministros británico, Keir Starmer, y mauriciano, Pravind Kumar Jugnauth, indicaron en un comunicado que el acuerdo, cerrado tras dos años de conversaciones, culminará en un tratado que se completará “lo antes posible”.

En virtud del pacto, el Reino Unido aceptará que Mauricio, en la costa suroriental africana, sea soberano sobre el archipiélago de Chagos, incluida la isla de Diego García, donde hay una base militar británica y estadounidense que se estableció tras la disputada expulsión de los habitantes del territorio.

No obstante, durante un período inicial de 99 años, el Reino Unido podrá ejercer los derechos soberanos sobre Diego García “necesarios para garantizar el funcionamiento continuo de la base hasta bien entrado el próximo siglo”.

El tratado asegurará “el funcionamiento seguro, eficaz y a largo plazo de la base existente en Diego García, que desempeña un papel vital en la seguridad regional y mundial”, señala el comunicado.

Los países afirman que el acuerdo marca “un momento decisivo” en su relación y demuestra su “compromiso permanente con la resolución pacífica de las controversias y el Estado de derecho”.

Las negociaciones se llevaron a cabo con la asistencia de Estados Unidos e India, “y con la intención de resolver todas las cuestiones pendientes entre el Reino Unido y Mauricio relativas al archipiélago de Chagos y sus antiguos habitantes”, dice la nota emitida por el ministerio de Exteriores de Londres.

El tratado “abordará los errores del pasado” y expresará “el compromiso de apoyar el bienestar de los chagosianos”.

Así, “Mauricio tendrá ahora libertad para aplicar un programa de reasentamiento en las islas del archipiélago de Chagos, al margen de Diego García”, mientras que el Reino Unido aportará financiación mediante un fondo fiduciario.

El tratado también dispondrá que el Reino Unido aporte un pago anual durante la duración del acuerdo y subvencione la construcción de infraestructuras para el desarrollo económico de la excolonia.

Ambas naciones cooperarán en materia de seguridad marítima, protección medioambiental, el combate contra la pesca ilegal, comercio, inmigración irregular y tráfico de drogas y de personas, precisa la nota.

“Al resolver todas las cuestiones pendientes entre el Reino Unido y Mauricio, el tratado abrirá un nuevo capítulo en nuestra historia compartida, que seguirá basándose en el respeto y la confianza mutuos como socios de la Commonwealth (mancomunidad de antiguos territorios británicos), comprometidos con la seguridad y la prosperidad de la región del océano Índico”, concluye.